Casa villaronta en Ribadeo

Recomendado por la Guía Rosa de InterRías. El mejor pulpo a feria, raxo a la gallega y tarta de Santiago que he probado hasta la fecha.El camarero, simplemente excelente; atento, amable y buena persona.Y el precio a mi parecer, adecuado.Sin duda recomendable y para repetir

Si te quieres comer un buen pulpo y buena comida gallega, no dudes en ir allí, con dos comedores, arriba y abajo, bastantes mesas.Muy buen servicio y rápido.El pulpo está en su perfecta cocción, difícil hacerlo mejor.El precio está bastante bien para la calidad y la cantidad de las raciones.Creo que no hay menú del día.Los postres también buenísimos, recomiendo la tarta de Santiago y la de quesoAparcamiento: No es fácil aparcar por la zona

Gracias a otras valoraciones de clientes elegimos este sitio y no se equivocaban. Escapada a zona gallega y no podía faltar catar el pulpo. Tierno, rico y sabroso, perfecto. El resto de raciones tambien perfectas, las croquetas sedosas y jugosas, y el resto igual de bueno todo. Nos ha gustado que se pueda pedir medias raciones de todo, así, hemos podido probar varios platos. El sitio por dentro muy acogedor (no os olvidéis de dejar una monedilla en sus paredes, al menos en la planta de abajo). El trato del camarero muy bien también, amable, educado y rápido. Un gran sitio para comer.Admisión de niños: Con carrito sin problema de espacio.

Hemos ido a comer hoy a Casa Villaronta, realmente íbamos a ir a Luarca y a Taramundi pero hace unos años fuimos a comer a Casa Villaronta y fuimos solamente a RIBADEO para "repetir" por el buen recuerdo que teníamos. Tengo que decir que nos fuimos con una gran desilusión, raciones escasisimas, las medias raciones ridículas y el plato de patatas con huevo y jamón un desastre (¿no saben lo que es una sartén?), poco huevo, casi nada de jamón y las patatas refritas (si siquiera estaba "mezclado"). El precio carisimo, casi 70 € para tres personas. Digamos que el postre salvó un poco la comida aunque no me parecieron caseros (flan y tarta de Santiago). No creo que vuelva.

Un sitio muy organizado, limpio y de calidad.No esperas mucho en la puerta para que te puedan acomodar, a pesar de la cantidad de gente que hay siempre.El vino blanco de la casa muy bueno, el pulpo espectacular, soy bastante exigente con el pulpo…, las croquetas… no era lo que me esperaba y los calamares muy frescos, hechos perfectamente y con ganas de más!El pan está espectacular!!!El trato de los camareros es muy educados, saben aconsejarte, son rápidos y no tardan en servirte.No podéis perderos parar aquí a comer.Si os pilla de paso, no lo dudéis!!100x100 aconsejable.

Hay tabernas inolvidables y esta es una de ellas. En Ribadeo en una calle muy concurrida está esta taberna especializada en pulpo y puedo asegurar que es de los mejores pulpos que he probado. Des pues de un par de raciones puedes empezar a comer. Unos calamares y unos pimientos son buena idea. De postre, tarta de queso y requesón. Para beber, unas jarras de Ribeiro bien fresco. Lo mejor es ir pronto, como a las 13:30, para no tener que esperar en la cola porque se pone hasta arriba de gente.

Típica taberna para comer pulpo y calamares.Los camareros muy atentos, el sitio es muy grande y te atienden muy rápido.Creo que al ser tan grande la comida no es tan buena como esperas. Está bien, pero no espectacular.Para mí lo mejor los calamares fritos y el requesón con miel.

Tuvimos que esperar cerca de 1 hora pero mereció la pena cada minuto de espera. Pedimos zamburiña y pulpo a la brasa y estaba todo exquisito. Para culminar la tarta de santiago estaba muy rica. Un acierto este lugar.

Muy buena experiencia. Reservamos mesa y como nos recomendaron ir allí un poco antes de las 14:30 horas para no tener que esperar, eso hicimos. Efectivamente no tuvimos que esperar y tuvimos mucha suerte que comimos en una mesa cerca de la ventana, y en el salón que estábamos había 2 mesas más ocupadas. No hay menú pero comimos muy bien. Pedimos unas verduras a la parrilla, chipirones a la plancha y calamares a la romana. Los platos abundantes. Mi marido tomó café de puchero. El precio ni barato ni caro.