El Gran Cafe de Coslada

Lugar agradable frente a un parque grande y más concreto una gran fuente, el personal muy agradable y el local muy acogedor, estuvimos en la terraza frente al parque, nos atendieron muy rápido, tanto para pedir como servir.Buscábamos un local donde tomar unas copas con chucherías de acompañamiento y aquí lo encontramos, una persona del grupo pidió helado de café y la sorpresa es que lo tenían.Seguro que repetimos.

La camarera que nos atendió muy simpática y nos explico cómo eran de grandes los platos , pedimos una ensalada americana cesare y un mollete Mallorca, la ensalada es gigantesca con mucho pollo y beicon muy rica el mollete fue después de la ensalada y casi no podíamos con el el lomo bien aceptable el pan así así pero nos gustó sobre todo el trato ,yo pondría un poco más de luz para ver la carta

La sorpresa cuando nos trajeron la cuenta de los vinos a mi madre y a mi fue que han subido demasiado: 3,50 por una copa de verdejo. Creo que en toda la zona no me han cobrado tanto en la vida. Es mi humilde opinión pero sabiendo que si te sientas en el bar que está justo al lado, pegado a ellos la diferencia es de nada menos que de 1€ Por lo mismo. Nos levantamos y al sentarnos en la otra terraza así fue. Personalmenre yo no volveré y era habitual por allí. Ellos eligen el precio y yo elegiré donde no ir.

La tostada y el café no me gustó. La tostada es de pan de molde parecido al pan de torrija. El café tenía un sabor bastante fuerte. El precio además de pareció excesivo. Me cobraron 3'20€ por un café y tostada. Tardaron mucho en atender y servir porque la empleada decía que estaba sola haciendo las tostadas y atendiendo en terraza. Creo que falta personal en horas punta para mejorar el servicio.

Hemos ido mi pareja y yo esta mañana a desayunar a las 10:50 (tienen desayunos hasta las 11:30) y no hemos terminado de sentarnos cuando la camarera ya nos estaba preguntando que qué íbamos a tomar. Amablemente le pedí que nos diera un par de minutos para poder leer lo que tienen de desayunos, principalmente porque soy intolerante a la lactosa y no puedo comer de todo. La reacción de la camarera ha sido mirarme con cara de asco y decirme con borderia "claro si aquí no hay prisa". No tardamos más de dos minutos en saber qué íbamos a querer, pero después de esperar 10 minutos a que se dignase a salir a la terraza (que había cuatro gatos) decidimos irnos. Es una pena porque este sitio ya no es lo que era ni por asomo

Me ha gustado la ubicación, al principio del recinto ferial, fresquito.Con 4€ una jarra de cerveza, cenas unas alitas con patatas que te ponen de aperitivo. Ah sí, el servicio no desentona. Muy recomendable

Decir que hemos estado en múltiples ocasiones y siempre nos han atendido muy bien, para cenar de raciones, sándwiches o hamburguesas, está bien, la terraza está en una zona peatonal con zona de jardines y una gran fuente, genial; además toda la calle está llena de bares/restaurantes, por lo que puedes alternar en varios.Lo valoro con una estrella porque el último día, la atención dejó mucho que desear, me sirvieron una cerveza caliente, es verdad que la persona que la sirvió no tuvo inconveniente en cambiarla por otra consumición y reconocer que no tenía más frías, cuando me sirvió el refresco en sustitución de la cerveza, le dije que lo sentía, que si me hubiera dicho que estaba caliente, no se la hubiera pedido, a lo que me respondió que estaba caliente para mi gusto, INTOLERABLE!! caliente para mi gusto y para el de cualquier persona, sobraba ese comentario, más cuando ella misma había reconocido que no las tenía frías.

Buen sitio para ir de tapeo a tomar algo. Junto con lo que pedimos nos trajeron unos mejillones y unas aceitunas de aperitivo.La atención fue muy buena en todo momento.

La que aparentemente parecía la encargada (porque llevaba chaquetilla blanca con lazo) nos recibe con una cara que invita a marcharte, y al final es lo que hicimos. Nos dejó sentados en una mesa sucia con los restos del servicio anterior y pasó de nosotros y se puso a atender a otras mesas que se ocuparon después, mientras nos miraba de reojo perdonándonos la vida. Pésima atención al cliente.