Restaurante Asador La Fuente en El Boalo

1h30m desde que nos sentamos y las pizzas no salieron. Nos fuimos sin cenar.Eso sí, no paraban de salir pizzas en cajas para recoger. Muy mala organización. Nunca más.

3 horas para comer y teníamos reserva , iban a cuentagotas , se olvidaron de raciones … todo en tres horas , la primera ración que tuvimos fue a la hora de estar sentados. Yendo con niños y todo… pocas ganas. Pedimos unas patatas fritas sin más y nos las negaron, no lo tienen en carta y no podían prepararlas . Cuál fue la sorpresa cuando de base de algunas raciones ponían patatas fritas .¿ no podían haber puesto un plato solo de patatas? Surrealista, la comida más larga y desesperante que he vivido.

El Restaurante La Campana en el Boalo es un buen lugar para saborear raciones o bien un menú de calidad a buen precio. La atención es rápida y atenta. El restaurante es un lugar bastante agradable. Está situado junto al Ayuntamiento, disponiendo de una buena terraza en la primera planta.

La atención es muy buena, profesionales con ganas de trabajar y ofrecer lo mejor de la casa. Variada selección de productos, así como de bebidas. Gracias!

Restaurante para salir del paso, caro para la calidad de la comida: ensalada de trébol (base tomate triturado con ajo) por 14 euros, chuleton de vaca por 35euros/kg (pesada con hueso y no te lo avisan) carne pasada de camara y tarta de chocolate muy normalita, en total 68,60 euros para dos personas. Hemos pagado como si fuéramos extranjeros en nuestra propia Comunidad de Madrid. No volvería!

Terraza muy agradable con vistas a la Pedriza. Tienen un menú rico. Servicio regular faltan camareros

Fatal.Las 17:30h y nos hemos ido después de llevar 2h para comer (con reserva de mesa) sin comer (o medio comiendo por fascículos... una ensalada, unos huevos rotos, unas alitas y unas verduras a la plancha).La camarera, muy impresentable con contestaciones fuera de lugar rozando la falta de respeto. Nunca sabía nada de cómo iba lo que habíamos pedido. Y siempre culpaba a la cocina.Nos sirvió la ensalada (a la hora y cuarto de estar sentados) sin traer el aderezo, los huevos (otros 15min después) sin cubiertos para servir (no sé si es que esperaba que lo hiciéramos con las manos), las alitas eran 6 (y éramos 7, bien) y las verduras tres cuartos de lo mismo.La comida estaba buena o eso me pareció... No sé si realmente porque lo estaba o porque ya tenía más hambre que el perro de un afilador (que se comía las chispas para comer algo caliente).El camarero, bien, atento y servicial. De hecho fue quien nos montó la mesa después de haber pedido todo ya y llevar más de media hora esperando. Nos preguntó si estábamos atendidos... Hemos pedido hace más de media hora, le dijimos... y la mesa aún sin poner.Cuando (después de 2h) decidimos pedir la cuenta, levantarnos e irnos salía la camarera con una ración de rabo de toro que le dijimos que ya no queríamos (claro está), a lo que respondió con un "¡estupendo!", colocando la misma a otros comensales en otra mesa.Hasta para pagar tuvimos que ir a la barra por no seguir esperando el datáfono. Un desastre.Pienso que quieren abarcar más de lo que pueden. Y eso no es culpa de los camareros sino de una mala gestión por parte de la propiedad.

Menú compartido para 2 personas con un precio razonable, con productos de buena calidad y bien cocinados. El vino del Meno un Ribera del Duero muy rico.El servicio y la atención perfecto.Volveremos, va me he quedado con las ganas de probar el rabo de toro que tenía una pinta estupenda, para la próxima.

El sitio magnífico .La comida espectacular,tanto el menú como las raciones, son abundantes y muy buena calidad y precio y más cuando te atienden con esa amabilidad... te hacen sentir como en casa.Os recomiendo que vayais a conocerlo yo voy siempre que puedo un saludo