Sidrería A Cañada en Madrid

Hemos venido a comer a las 18:30 de la tarde y la comida excelente, comida casera que pasas gusto de comer. Recomiendo al 100% venir a comer o cenar aquí y pasar gusto de la comida.

Ideal para pinchotear, te ponen platitos de paella, choricitos con pimientos de padrón y patata o salchichas al vino, las cañas de cerveza bastante baratas para lo que suele ser habitual en la capital, el personal muy atento y rápido, el local es cuando se entra un poco estrecho pero más amplio al fondo, donde hay un comedor. Tiene productos gallegos como empanadas y el ambiente muy animado.

Bar de barrio,buen sitio para tomar unas cervezas unos vinos y unas raciones con los amigos ,buen trato y buenos aperitivos

La paella es simplemente alucinante, el arroz no estaba meloso, los pimientos dulces, las gambas perfectamente cocidas… jamás lo esperábamos… además con las cañas nos regalaron una tortilla de patatas, igualmente espectacular, y para rematar, el servicio, muy amable y cordial.

Un sitio donde comer un menú casero a buen precio, todo riquísimo, el cocido, revuelto de ajetes, el bacalao, el postre... Todo genial!! Muy buen servicio. Un ambiente agradable,. Salimos encantados. Volveremos 😊Comida: 5/5  |  Servicio: 5/5  |  Ambiente: 5/5 …Más

Camarera muy simpática! Y tortilla muy buena! un bar de toda la vida con precios razonables en un barrio lleno de bares “cool”. Lo único malo es que estaban con el madrid en la tele y somos del atléti pero se lo perdonamos :)

Se trata del típico bar restaurante de barrio donde la comida es casera, las raciones ricas y generosas y el personal es rápido, atento y encantador. Los precios de los raciones son aceptables, aunque las bebidas son un pelín caras, eso si, ponen una tapita con ellas. Espero poder probar pronto el menú del día, que me apetece mucho. Si te gusta este tipo de locales, donde el postureo no existe, éste te va a encantar.

Bar de los de antes, en el buen sentido. Local agradable, frecuentado por gentes del barrio con trato amable. Cerveza bien fría con tapas generosas y ricas.Un oasis en el triste desierto de las franquicias que es el centro de Madrid.

Local feo como un diablo gótico, pero compensan las estupendas profesionales detrás de la barra y también sirviendo buena y abundante comida. El aire acondicionado va muy bien. Los aperitivos son decentes.