Cafetería pastelería Zoya en Marbella

Muy buen trato. Todo riquisimo y de muy buena calidad

Magnifico sitio para desayunar y llevar algo rico a casa.

Cafeteria pasteleria emblemática de Marbella, buenos productos servidos en un local muy agradable.

No se te ocurra ir allí a pedir una tarta personalizada. Gente súper complicada y mala atención en pastelería. 👎🏻No volveré y no lo recomiendo. 👎🏻👎🏻👎🏻

Muy descontenta , encargué una tarta de cumpleaños para 8 personas de fruta. Y me dijeron que era una tarta especial de la casa , 45€!!!. Y cuando vengo a recogerla me encuentro con un bizcocho más que una tarta. Menuda vergüenza de tarta , súper baja y muy cutre para el precio que valía. Horrible nunca voy a comprar en este sitiom

Buena atención.Capuchino fuerte con bastante espuma.

Fantástico lugar, mención especial a la Señora camarera que es un sol de mujer.Gracias

Mi madre encargó una tarta selva negra para hoy porque es el cumpleaños de su pareja. Le comentaron que la tarta más pequeña que podían hacer era de 4 raciones y ella les dijo que perfecto. Cuando la ha recogido esta tarde, la tarta, supuestamente de 4 raciones, ha pesado poco más de 400gr (la ha pesado al llegar a casa), apenas tenía frutos rojos (lo podéis ver en la foto) y le han cobrado 20€.Ha llamado su pareja para preguntar por el precio del kilo de tarta de selva negra y le han dicho que es a 29€/kg. ¿A alguien le salen las cuentas? Porque a nosotros no.En definitiva, precio excesivo (y cobrado de más según el precio/kg) para una tarta que dejaba mucho que desear en sabor y en ingredientes. No volveremos a comprar aquí

Siento mucho poner esta reseña, es mi pastelería favorita pero la escribo con la esperanza de que mejoren. Los productos son excepcionales, pagas más que en otras pastelerías pero tienen mucha más calidad, eso es lo bueno de este local. El sitio, por dentro, es muy bonito y grande. Sin embargo, el personal es horrible, cuando paso por las barras para ver sus productos y elegir cuál quiero, estando 3 en la barra, una de ellas la dueña, les saludo y ni me miran. Con pocos clientes a las 17:00 de la tarde un martes, los camareros hablando entre ellos y las mesas sucias, tardan en atenderte y no son amables, forman mucho jaleo dentro del local para sumar al malestar de tomarte algo allí. Es una auténtica pena que ocurra esto en una pastelería que debería de ser tranquila y sofisticada, pero desgraciadamente hay más jaleo aquí que en otras que son de barrio, espero que algún día cambien.