Restaurante Atalaya en Rincón de la Victoria

Sitio bastante tranquilo por estar más retirado del centro del pueblo que suele tener más bullicio. Todo muy rico y precios acorde con la calidad. Nos encantó la lubina a la sal y las berenjenas.Hoy en día se agradece y se valora mucho que no te engañen y la amabilidad, y este sitio tiene ambas cosas. Volveremos a probar la paella!!!!

Comida rica y camareros simpáticos. Espetos por encima de la media, el tamaño de la sardina es mayor. Croquetas caseras.Precio, quizás algo por encima pero, en consonancia con la calidad de la materia prima.

Buena experiencia. Los camareros muy competentes y trabajaban a toda velocidad, solucionandote una mesa si no hay suficiente sitio al aire libre. La comida estaba buena, podría mejorar la calidad del producto pero es acorde al precio así que quedamos contentos. Repetiré.

La fritura de pescado y los espetos están buenísimos.Los precios normales.Las raciones abundantes.El servicio es atento,aunque a veces tienen mucho trabajo,pero te atienden lo más rápido que puedenCómo mejorable el baño,pide reforma a gritos,da un poco de "Grima".

Gran calidad y recomiendo totalmente la dorada y las gambas al pil pil. El camarero era muy amable

Chiringuito en el Paseo Maritimo del Rincón, comimos allí y la verdad que fue un poco caro para lo que comimos, pedimos 2 platos y dos espetos con dos cervezas y la cuenta llegó a los 50€, la atención fue muy normalita, la comida no estuvo mal pero no para ese precio.

El lugar es muy acogedor y muy bien situado a pie de playa. La comida es buenísima y muy barata (el pescaíto frito muy recomendable). El baño es mejorable. Los camareros súper atentos, amables y simpáticos. Lo recomiendo mucho

Esta adaptado para silla de ruedas.Se puede pagar con tarjeta.El pescado es fresco.El adobo estaba malo el día que fui. Una familiar mía se puso mala.La paella no estaba bien, de hecho, estaba quemada y no había forma de comérsela.El servicio no era muy competente, con excepciones puntuales.

Chiringuito a la orilla de la playa. Hemos ido a comer un grupo de 9 adultos y 6 niños. Nos sentamos fuera y los niños estuvieron jugando sin problema. La comida tiene muy buen sabor, los boquerones fritos estaban buenísimos... Toda la bebida súper fresca, en su punto.. al final pedimos un chuletón y también vale la pena. El servicio amable, muy risueño y atento. Relación calidad, cantidad, precio muy aceptable. Hay parking cerca por los alrededores. Sin duda dan ganas de repetir.