No me puedo creer las reseñas positivas que leo, voy a contar mi experiencia, nosotros veníamos de la playa y decidimos parar a comer, comenzó todo bien, muy buen pan y muy buen ajo, hasta aquí nuestra alegría, de entrada unas gambas al ajillo, de esas congeladas que las vuelcas en el aceite, y a la mesa, claro en el aceite iba el agua de las gambas congeladas, como sabéis que no se mezclan, 9 euros el aperitivo. Sigo contando, a mi mujer unas costillas de cordero con patatas, una de las costillas (de la cual, por la forma, todavía estoy pensando de que parte era) estaba cruda (creo que un poco más y casi salta del plato) y con sangre, mi mujer se lo dijo a la camarera y esta respondió "ahhh vale".Ahora mi carne, un entrecot, duro no, lo siguiente, de esos que se hacen bola, y no hay manera de tragarlos, y para terminar mi hija se pidió un pollo a la brasa, el pollo estaba negro, vamos que tenia más años que matusalén, (no voy a hablar de la forma del muslo del pollo...), para finalizar mi hija se pidió una tarta de queso, eso si que estaba buenoVaya 50 euritos tirados, me fastidia porque el día de antes comimos por ese precio una paella de marisco, una sepia salvaje y unas tortas de camarones, con su ensalada en Pozo del Esparto.Vamos que no volveré a este sitio, imagino que todo eso me habrá tocado a mi, así que ahí dejo mi experiencia.