Virgen De La Esperanza en Calasparra

Llamamos para reservar un día que era festivo en la capital, y sabíamos que habría gente.Primero comento el entorno y situación del restaurante: simplemente impresionante. Al lado del Río Segura, rodeado de naturaleza, y pegado al Santuario de la Virgen de la Esperanza.El entorno y vistas impresionan. Paz, desconexión... Increíble.El local es amplio, cuenta con bar y terraza en la planta de abajo y salón comedor en la de arriba. Amplios y cómodos. El servicio, estupendo.La comida, estupenda, pedimos caballitos, alcachofas con foie y un arroz a banda que estaba de muerte.Mención especial a l@s camarer@s que nos atendieron y, más especial aún a Adrián, que nos preparó unos cafés asiáticos que (dicho con todo respeto) ya quisieran en muchos locales de Cartagena 👍🏻Repetiremos. Sin duda. 🏞️👏🏻Admisión de niños: Hay un parque en la puertaAparcamiento: Varios aparcamientos al entrar al recinto del Santuario.Acceso para sillas de ruedas: Hay ascensor y las puertas son amplias, baño adaptado también.

Fuimos a celebrar mi cumpleaños a Calasparra y gracias al cielo que acabamos en este lugar en vez de otros que pensamos... Si vas a Calasparra hay que venir si o si a este restaurante. No he visto un restaurante con unas vistas tan bonitas. Nada más que por las vistas ya vale la pena. Restaurante muy bonito, muy buen servicio. Camareros super amables y atentos. Cómo entrante nos aconsejaron la especialidad de la casa que son alcachofas (las pedimos sin fua de pato, somos vegetarianos y estamos en contra de tal maltrato)... Madre mía, vaya alcachofas. ¡No sabía que unas alcachofas podían estar tan buenas! Valen la pena totalmente, queremos volver ya casi solo por esas alcachofas. Son celestiales de verdad. Pedimos una paella para 5 de verduras y estaba espectacular también. Y sus precios están geniales para la calidad de las comidas, las vistas y el servicio. Estuvimos de 10, siempre que volvamos por Calasparra vendremos. Gracias de verdad por todo, ¡fue magnífico! Deseando volver 😍

Restaurante de gran calidad, comida sabrosa y con muy buena presentación.Sorprende encontrar un restaurante así en tal ubicación.Lo mejor el crujiente de Pedro Gallo, tienes que probarlo si o si.Sin duda repetiremos la próxima vez que pasemos cerca.

Ubicado al fondo del complejo. Dispone de dos plantas: en la inferior, la barra comparte espacio con una zona de comedor y hay una terraza cubierta con balcón al rio; en la superior, un enorme comedor que, a pesar de su gran capacidad, no resulta agobiante y el ruido de tantos comensales no es molesto. Carta variada de entrantes, carnes y pescados. No hay menú. Platos bien elaborados y presentados. Servicio atento y rápido. Precios algo subidos (25-30 €). A la entrada del conjunto hay aparcamientos gratuitos para coches y autobuses. Las motos tienen una zona acondicionada en la parte más próxima al arco de acceso. Recomendable llevar protección para los mosquitos.

Amplio y luminoso restaurante de dos plantas enclavado en el Santuario de Nuestra Señora Virgen de la Esperanza. Debes de llamar y reservar con tiempo si quieres tener una mesa disponible a tu llegada.Personal amable y atento buenos productos de la tierra y su carta es económica. Buena relación calidad precio unos 30 euros por comensal de media. Lo que más me gustó fueron las alcachofas y la pata de pulpo

Nuestra esperiencia fue genial, Antonio nuestro camarero era muy simpático y nos atendió genial, nos dio las recomendaciones y lo cierto es que todo estaba buenísimo. El pulpo mitad cocido mitad a la brasa con puré de patata y salsa verde riquísimo, el calamar rebozado y las croquetas de pollo que fueron nuestros entrantes también, igual de ricos. Para comer pedimos una paella de pollo con marisco y caracoles y de 10. Postres igual de ricos, pan de calatraba sobre todo yo lo recomiendo, tarta de galletas lotus aunque muy buena algo empachosa, y tarta de oreo y arroz con leche buenos. El precio, que sé que la gente luego lo agradecemos el saberlo, fue de 123€(fuimos 3 adultos y 3 niños).Justo al ladito del santuario que es todo precioso, muy recomendable.

Todo de 10. 100% recomendable. Hemos sido 8 (cada uno de su padre y de su madre), la paciencia de la camarera ha sido infinita, y el trato de todos, insuperable. Los entrantes, la paella, las migas, el secreto y los postres estaban de vicio. El pulpo al horno espectacular. Era la segunda vez que mi pareja y yo íbamos, esta vez arrastrando a seis más y sin duda volveremos a repetir todos. Enhorabuena a todo el equipo porque vamos...contentos se nos queda corto.

Pedazo restaurante. Sólo nos tomamos un café porque estábamos haciendo una ruta para visitar el santuario, lugar que recomiendo. Es precioso. El restaurante era una cucada. Se estaban preparando para las comidas. Muy buena pinta, la verdad

El restaurante está en una ubicación privilegiada junto al santuario. Nada mas entrar estaba todo lleno y se notaba un poco de desorganización, tras esperar 45min a una mesa libre (era normal al estar lleno y no tener reserva), nos sentamos con el temor y la sensación de que el servicio iba a ser un desastre total... pero no, gracias a la camarera Maria Dolores que nos atendió, la comida salió caliente, a tiempo y se preocupó de que todo estuviera bien, es de esas personas que le dan valor a un negocio. La comida de buena calidad y con cantidad, el precio en lo normal. Repetiremos pero con reserva. Una recomendación a los dueños, actualizar la carta(la carta del código qr le faltaban platos) e introducir algún plato vegetariano / vegano (cada vez somos más 😉)