Bar Restaurante Baviera en Pamplona

Que pena de este mítico bar en plena plaza del castillo. Croquetas de jamon(?) frías por dentro; ajoarriero con bacalo sin desmenuzar y..... picante! Con la respuesta del camarero que esa era su "version", el pil pil de juzgado de guardia. Se salva mini tortilla de patatas hecha al momento, en cuanto a las anchoas rebozadas.... sin comentarios. ¿El precio? Con todo esto, fuera lo que fuese , caro: no alto de precio sino caro. En este caso quien tuvo, no retuvo.

La comida es increíble, pero si algo hay que destacar es la amabilidad de los camareros. Además, ponen el mejor gintonic de Pamplona. Un clásico.

Super bueno, la camarera super atenta, me gusto el trato mucha amabilidad.Nos recomendó una comida deliciosa 😋 y económica.Sus nachos me encanto su pollo rebozadoAdmisión de niños: Mi hija se comio unos pollos rebozado con salsa bbq le fascinó

El huevo estaba rico, pero no os atreváis a pedir rabas ni bravas. Las rabas durísimas, parecía pulpo mal cocido. Ver foto.

Fatal, nos pedimos unas albóndigas por 12 euros y venían 5 albóndigas minúsculas. Además tardan mucho en atender. Por otro lado, el PAN estaba más duro que una piedra.

Una autentica vergüenza. Fuimos en san fermines, y aparte de estar un buen rato esperando a que nos atendiesen, las raciones de bravas y ravas escasísimas y carisimo. Un mosto 3€ de vergüenza. Una estrella porque no se puede menos.

Cuando llegue estaba vacío, viendo el precio de un café ☕️ no me extraña, aunque el Casco Viejo no es barato, hay infinidad de locales, mejores y a mitad de precio alrededor.

Lugar perfecto para comer con amigos y pasar la tarde tomando unas copas en el centro de Pamplona.Comimos en la terraza, frito de huevo poché muy bueno, ensaladilla rusa correcta y paella muy buena.El personal del bar muy bien!Atentos, simpáticos y agradables.

Estuvimos comiendo el sábado 8 amigos. Pedimos menú. Todo muy rico y el servicio muy bien.