Restaurante Txikito en Pamplona

Magnifica comida, muy rica y muy buena atención del propietario y su hijo. Rabas y bocadillo de la mañana de primera. Excelentes profesionales. Volveremos. El mejor sitio de la zona.

Realmente lamentable el dueño, Y su hijo tres cuartos de tal palo tal astillaComida muy caraCamareras muy amables. Mi recomendación no ir.Yo no vuelvo ni loco

Comida super rica y la que nos atendió excelente trabajadora. Un 10 en todo. Volvería aquí mil veces más.

Una ensalda muy mala y cara, tenía la pinta de estar recién sacada de la bolsa. El pan más caro del mundo que encima te ponen sin preguntar y luego se lo llevan intacto y lo cobran. Los fritos de jamón salado, pimientos del piquillo made in china y sin sabor, patatas rancias y se notaba que eran de bolsa de congelados. Los "cariño" de la camarera eran excesivos. El vino que he pedido parecía ser de una botella abierta 15 días atrás. Lo mejor el acuarius.

Genial, siempre hay mucha gente. Cosas ricas y bien de precio.

El propietario un desagradable, siempre de mal humor, los pintxos sin protección, el hijo quitándose mocos en la barra, no volveremos.Para mi amigos y familia ,no volveremos semejante panorama. Encima carisimo

El dueño muy muy desagradable siempre de mal humor, el hijo poca categoría como el padre . Los pintxos sin protección, y muy caro

Un sitio muy recomendable. Cenamos de plato combinado y no se puede pedir mejor relación calidad precio. La camarera superamable. Volveremos a probar la carta.

Antes de mi crítica, me gustaría hacer un resumen de lo que es este establecimiento. El bar está regentado por un "señor", que se cree que el negocio funciona porque el está al frente y no se da cuenta, que es un cáncer para el mismo. En realidad, lo único que se le da bien, es despachar a los clientes. El auténtico mérito de este sitio es, su cocina y sus camareras, estas últimas excelentes.Ayer viernes fuimos a echar un pote, como tantas veces (llevamos 10 años frecuentando ese bar), nos pusimos a la cola y cuando llegó nuestro turno, el dueño nos acomodó en una mesa grande, porque no tenía otra, cosa que ya no le gustó. Después de estar media hora y cuando ya nos íbamos a ir, decidió levantar el lateral del cierre que tiene la terraza y que nos diese el viento norte para despacharnos. Mi mujer le preguntó por qué hacia eso, a lo que contestó, que los clientes se habían quejado de calor, cuando la realidad es que hacia frío y los clientes se quedaron mirándole sin entender nada cuando quitó ese lateral . Después de diez años frecuentando este local, no nos pilla nada de susto, ya hemos visto este comportamiento y está falta de educación muchas veces. Yo no volveré más y animó a los clientes de este bar a que no soporten la mala educación y las malas formas de este "señor" y prueben a cambiar de bar.