Montana en Celanova

Pizzas grandes y sabrosas. Servicio rápido y amable. Las pizzas medianas son bastante grandes y llegan para dos personas, la propia persona que nos atendió nos lo sugirió y se lo agradecimos mucho. Muy cerca de la plaza principal y el convento de San Miguel.

Un clásico de Celanova, siempre pedimos pizza para llevar. La pizza está muy buena, totalmente recomendable, la familiar es muy grande,aunque si q es cierto q el precio es bastante elevado. Sobre el personal...no me parecen desagradables como he leído en alguna reseña, cuando hablas con ellos son majos, pero si q les falta pulir un poco la atención, por ejemplo, la camarera q suele estar en barra,aunque no tenga gente, ni te mira a la cara cuando entras al local y por teléfono parece simpática...no sé,creo q aunq estés haciendo cosas,si no hay nadie,la prioridad es el cliente presencial, y si no puedes,al menos le miras y le dices "un momentito", pero no le ignoras...y lo hace a menudo,pero bueno, se puede vivir con ello y las pizzas merecen la pena.

Estuvimos esperando un montón a que nos atendieran tanto antes como después de comer. Hasta que cerraron persiana y las prisas ya eron otras. Una pena porque la comida estaba bastante buena.

Como siempre, trato excelente, muy buen ambiente, y sobre todo la comida exquisita. Cada vez que vengo de vacaciones, es parada obligatoria.

Servicio lento y cierta desorganización. Mucha espera por los platos. Comida rica, relación calidad precio muy buena

Pésimo servicio; un trabajador nos hace levantarnos y cambiarnos de la mesa mientras estamos comiendo, le dijimos que nos íbamos a llevar una pizza y ella apoya un producto de limpieza sobre la misma bandeja que la pizza, al lado de ella, nos obligan a llevarnos las botellas de agua y una de las camareras grita mientras te atiende (parece un robot), en la cocina trabajan con ropa de calle y sin nada que les cubra la cabeza o el pelo, muy poco higiénico, y nos recriminaron el no haber pedido nuestra comida online, por el teléfono.

Llamas para reservar mesa y te dicen que no hacen reservas y luego llegas y ves que hay varias mesas con el cartelito de reservada.Llegamos, esperamos más de 15 minutos para que viniesen a coger la comanda. Seguía entrando gente, les servían, entraba más gente, les servían... después de ver que los que llegaban más tarde cenaban y nosotros seguíamos esperando, reclamamos. No le gustó a la camarera rubia, la cual encima nos mira con asco y nos dice que no somos los únicos en el bar, que hay mas gente. Después de casi una hora de espera nos levantamos y nos fuimos. Y por supuesto no volveremos.Son muy muy desagradables, parece que te estén haciendo un favor dándote de comer.

Un grupo de amigos a comer y en todo momento buen trato ,amabilidad y atención por parte del personalAdemás la comida en general estaba bien de presentación,sabor y calidad.Resaltar que a los niños la pizza decian que tenia muchisimo queso y no les gusto el postre de Oreo,el cual acabe comiendolo yo y para mi está rico, igual que la tarta de zanahoriaUn sitio recomendado para comer con niños

Atención de diez. Pedimos una pizza mediana de chorizo y la camarera nos cambio una porción por una de barbacoa que queríamos probar y genial, nos pareció un detallazo.También pedimos una "pequeña" de pizza montana que de pequeña tenía poco. Para rematar la gran cena pedimos de postre un vaso de oreo que estaba espectacular y me sorprendió el precio para el tamaño del postre solo tres euros con lo grande que era. Desde luego que sí volvemos a Celanova repetiremos sin duda. Nos encantó