O Farol en Bueu

No somos de Bueu y es el segundo año consecutivo que venimos. El año pasado este restaurante fue excelente, vinimos varias veces, la primera quincena de Agosto y todo perfecto. Este año 2022 hemos venido a primeros de septiembre que supuestamente hay menos turista y es un caos, esperas muchísimo a qué te tomen nota, entre ración y ración 40 minutos esperando. Consejo : no será mejor llevar menos mesas y estar los clientes más atendidos.

Pues como siempre, perfecto. Son muchos años acudiendo y nunca decepciona.Todo muy rico, raciones de buen tamaño, buenas cervezas, buen precio y empleados muy majos. No se puede pedir más.

Un lugar muy recomendado con un personal muy amable. La comida estaba muy buena, las patatas con sus salsas y la pizza Olivia… un manjar.

Gran variedad d cervezas para acompañar la selección y variedad d pizzas. Pedimos 4 diferentes que estaban muy ricas. Estuvimos un poco estrechos en el lugar q nos sentaron, además de q el local estaba bastante lleno. Está bien, sin muchas pretensiones

Siento decirlo pero muy mal. Empezando por la atención de una camarera (muy borde).El sabor de las pizzas... Sin sabor. Daba igual lo que tuvieran, sabían todas a nada.Finalmente destacar el calor que hacía dentro, sin ningún tipo de climatización. Fuera en las terrazas había concierto y partidos, por lo que era imposible salir a comer. Dentro, una sauna.Lo siento, pero deben ponerse las pilas seriamente.

El sitio es acogedor y los camareros siempre muy agradables y atentos. Las pizzas están buenísimas y además tienen la opción SIN GLUTEN en las pizzas, algo que se agradece muchísimo ya que conozco de primera mano por mi novia celíaca lo complicado que es a veces encontrar un sitio donde pueda cenar bien. Además, he de decir como no celíaco que la masa de la pizza sin gluten está buenísima.

Las pizzas están súper buenas por lo q merece la pena esperar turno en mesa, y una vez t sientas t sirven súper rápido. Trato inmejorable. Totalmente recomendable

Las pizzas están buenísimas, y son de una calidad-precio increíbles, de las mejores pizzas que me he comido nunca. Además dispone de opciones para intolerantes.

Ambiente estupendo, local acogedor, original, la música genial y en su justo nivel lo que hacía que pudieses mantener una conversación en la mesa y escucharla de fondo. El personal amable y atento, al igual que el dueño que va a las mesas preocupándose por si está todo bien. La comida muy rica y el precio acorde con la cantidad. Recomendado!!