O Castro en O Grove

Estancia estupenda. Se trata de un hotel con un ambiente muy familiar. La atención ha sido estupenda con un personal dispuesto a ayudarte siempre.La terraza tiene unas vistas espectaculares. El camarero del restaurante súper profesional, un encanto.Ubicación perfecta para buscar tranquilidad y a la vez estar bien situado para conocer la zona.

Un gusto la estancia. Hotel cómodo, personal encantador y playas tranquilas cerca. Tienen una terraza preciosa para comer o cenar mientras ves el atardecer. La comida es espectacular (y en buena cantidad así que mejor pedir poco a poco!). Volveremos!!

Ubicación pintoresca hotel pequeño pero con encanto. La piscina pequeña pero cumple con su función. Habitación que nos tocó tenía un pequeño problema con desagüe de bañera bajaba muy despacio la agua y volvía si utilizamos bidet. La de terraza con vistas al mar sólo una queja se mueve mucho cuando pasa gente. Las vistas del atardecer preciosos, la comida rica relación precio-calidad correcta. Desayuno abundante con productos caseros muy buenos. El punto fuerte de este Hotel es la comida y terraza...

Es la segunda vez que vamos tras la pandemia y me sigue sorprendiendo....El desayuno, espectacular...Hay de todo! .Isabel encantadora hace unas tortillas de patata con cecina,chorizo.. enormes...que no puedes dejar de probarlas....es imposible!!! Es una de las tirillas más ricas que he probado! La quesada.....espectacular!!!! La verdad que todo lo que pueda decir de la comida, del sitio, de los dueños....es poco Las habitaciones grandes y limpias. Las toallas las cambian todos los días. Te hacen sentir como en tu casa. Pablo es encantador también y la niña que está limpiando las habitaciones( no recuerdo su nombre) muy cariñosa. Os lo recomiendo. Se admiten mascotas.Olvide hablar de Esmeralda. Una camarera cariñosisima, muy profesional. Ha sido un placer conocerte este año y tenerte todas las mañanas en los superdesayunos. El 90% de lo que se consume en el hotel es cosecha propia: huevos, lechugas, tomates, patatas, etc....Todo buenísimo. Gracias por todo a todos y hacernos la estancia mucho más agradable.

No hemos dormido solo hemos estado en el restaurante. Increíble. Está todo buenísimo! Recomendable la ensalada de pulpo! Ves el atardecer en una terraza preciosa. Nada caro para la calidad de la comida

Reservamos una habitación con vistas al mar y desayuno. Al llegar al hotel tardaron bastante en hacer la entrada ya que no encontraban la reserva, al llegar a la habitación veo que nos han dado una que da a la carretera, bajo a recepción y les digo que creo que hubo un error, pero su única respuesta es que es la habitación que hay. Nadie sabe dar una respuesta coherente a lo sucedido ni disculparse por no decirlo ya en l momento de entregar la llave, la única opción es devolverte 10 euros de diferencia…Muy poco profesionales, funciona porque está donde está . No volveremos , hay muchas mejores opciones en la zona.

El desayuno bueno y las vistas también. La chica responsable del servicio de desayuno y uno de los camareros del servicio de noche, muy atentos y simpáticos. Pero lamentamos que lo que podía ser un alojamiento fantástico terminó siendo un cutre servicio para pasar la noche.Reservamos el día anterior, tras haber hablado con ellos por WhatsApp sobre las condiciones de las habitaciones en las que expresamente se nos dijo que tendríamos lo que seleccionáramos. Bien, escogimos una habitación doble con cama de matrimonio con balcón y vistas al mar y se nos entregó una habitación triple con camas individuales con ventana pequeña que si sacabas la cabeza y la girabas, efectivamente, veías el mar.Lo peor no fue eso, sino que al comentarlo (supuestamente a los responsables) les dio exactamente igual y nos dijeron que como habíamos llegado los últimos (a las 20h) nos habían dado lo que quedaba. Nos ofrecieron la única alternativa que les quedaba libre con unas “fantásticas” vistas al restaurante. Ni disculpas, ni pretensión de solucionar el asunto de ninguna otra manera. No repetiremos.

He pasado allí unos días de vacaciones, las más incomodas en 7 años que llevo yendo al Grove.Fui guiado por las buenas valoraciones de Google, pero una vez allí no me cuadraba.Si analizas las reseñas que tiene este hotel muchísimas de las de 5 estrellas son reseñas que parecen compradas, RESEÑAS EN MI OPINIÓN FALSAS, da la casualidad que muchos de los que puntúan este hotel han estado en un taller de coches en Alicante, una brasería en Baleares, un kiosco de Barcelona, etc. Todos puntuando con la máxima valoración e incluso aportando datos que parecen reales. Hay alguno que se cuela e incluso alaba el excelente aire acondicionado de las habitaciones, inexistente en este hotel.La habitación”con vistas al mar” daba a la terraza del restaurante en la que sufres las voces de los clientes hasta la 1 de la mañana, se supone que es el lado tranquilo del hotel ya que el otro da a la carretera.La “fantástica piscina” es un charco que los propietarios del hotel utilizan en su propio beneficio para alguna fiesta o tenerla de taller de bricomanía.Su “maravilloso buffet” no tiene ni leche fresca, solo leche en polvo que sale de una máquina, ni los propietarios desayunan lo que ponen, ellos desayunan al lado tuyo un buen café de cafetera con leche fresca y un sándwich a la plancha.El wifi va más lento que el router que tenía en los años 90.El colchón es de una calidad cuestionable y se clavan los muelles.Del personal del hotel lo más amable son las mujeres que limpian las habitaciones y la chica joven que atiende en recepción. El hombre es un desagradable al que le hablas y no contesta, puede pasar 3 días sin saludarte. La mujer que lleva el hotel transpira falsedad, está claro que vela por ganar dinero a costa de sus clientes.Huye lejos de este lugar.

Buena situación, dog friendly y todo muy cuidado y limpio. Lo mejor la marisquería con vistas a la Ría de Arousa.El personal super amable.Falló un poco la habitación con vistas a la piscina, la primera noche un grupo de borrachos nos obligó a dormir con la ventana cerrada, el segundo dos parejitas muy borrachas nos despertaron a las 6 de la madrugada. Igual deberían poner una puerta y a una hora prudencial cerrar el acceso.La marisquería brutal, ensalada de pulpo, las croquetas vegetales, la carne, los postres de chocolate y queso... difícil elegir.Muy buen servicio, cena tranquila, buen albariño y a un precio muy asequible.Además le facilitaron un plato con agua al perrete nada más sentarnos.