Finca Abuela Chicha en San Cristóbal de La Laguna

Genial lugar en una zona maravillosa de La Laguna ideal para comer este tipo de comidas y para guachinches.El parking es enorme (ojo se llena) y hay 2 columpios y animales donde los más pequeños pueden pasar un buen rato.La comida es variada, elaborada y sabrosa.El atendimiento es simpático, efectivo y organizado.No pongo 5 estrellas porque para mi eso es la excelencia y eso es difícil de encontrar.Repetiremos.Admisión de niños: Zona con animales y algún columpio.Aparcamiento: Parking enorme de tierra.

Este lugar se ganó mi corazón ❤️. Se come como NUNCA, celebraron más de 5 cumpleaños 🎂. La atención es de otro nivel de empatía. El sitio es grande, parece la casa de los abuelos. El vino, por favor, ese vino estaba supremoComida: 5/5  |  Servicio: 5/5  |  Ambiente: 5/5 …Más

Comida notable, buena localización y precios normales.Fuimos a cenar un lunes a las 6:30 cinco personas y no tuvimos problemas para encontrar aparcamiento.Lo que rodea el parking es un jardín lleno de naranjos con un columpio para niños donde corretean patos y descansa un pequeño establo con 3 caballos; bastante rústico.El restaurante es muy grande por dentro y tuvimos la suerte de no encontrarlo con mucha gente. Para coger mesa tardamos 10 minutos y, considerando que sólo tenían unas 5 mesas ocupadas, lo veo algo raro.Nos sentaron en un comedor libre para nosotros solos y un camarero muy amable y dicharachero nos tomó las bebidas (nos atendieron como 6 camareros distintos en toda la cena y solo la mitad fueron amables).Pedimos muchos entrantes: buen alioli, mojo rojo (mucho sabor a pimiento), mojo verde (muy aceitoso), huevos con chorizo (muy equilibrados y sabrosos); queso tricolor (ración escasa), queso con gofio (exquisito), croquetas de pollo (mediocres).Los entrantes llenan bastante, así que fuimos a por una pieza de carne para 5. Pedimos asesoramiento al camarero y nos recomendó un chuletón de morucha 27€/kg que marcan en la brasa y luego sirven en mesa para cocinar sobre una piedra. No queríamos gastar mucho y acabó costando 43€ 1,6kg. Sinceramente no me parece que haya merecido la pena ya que muchas partes estaban duras y, a pesar de que todos coincidimos en que estaba buena (los pedazos que no eran grasa incomestible), no valía el precio.Los postres no son caseros, pero aún así no están mal para matar el gusanillo.Es un buen lugar para cenar en familia, pero no recomiendo pedir carnes de vitrina porque engordan mucho la cuenta y el margen de decepción le puede hacer no volver jamás.No es un guachinche de verdad, pero casi. Está bien para probar una vez si está cerca del aeropuerto. Nosotros acudimos un lunes y se puede disfrutar de una buena cena tranquila, sin bullicio ni camareros corriendo de un lado a otro.Admisión de niños: Hay zonas para dejar a los niños un rato para que jueguenAparcamiento: Suficiente aparcamiento para unos 50 coches.

La relación calidad-precio es buena, pero tienen un serio problema con el personal. Nos sentaron muy cerca de un mueble donde ellos ponen platos, cubiertos, servilletas, ... y estuvimos todo el almuerzo 'disfrutando' de como ellos descalificaban a los clientes y burlándose de los mismos.Bea, al contrario de sus compañer@s, hizo que en todo momento nos sintiéramos como en casa, acogidos y que todo lo demás fuera una simple (pero desagradable) anécdota.A la hr de pagar el chico directamente no nos miró ni a la cara, mucho menos agradeció la visita.Te quedas con un sabor agridulce.

Ambiente muy caótico y platos con cantidades esorbitantes, ambos típico de un buen guachince. Hasta salieron caminando dos patos en el comedor. Eso sí, los platos están elaborado con un toque más moderno, no se esperen algo demasiado casero.En dos personas pedimos demasiados platos: el almogrote, la carne fiesta, la ensalada como en casa y el potaje de berros. Todo muy rico, pero no conseguimos acabar todo. Pagamos alrededor de 15 euro por cabeza, incluyendo una cerveza y un refresco.

Sitio interesante para ir a comer. Precios razonables, raciones grandes y rapido. Es algo ruidoso y traen toda la comida junta del tirón lo cual a nosotros no nos gustó nada. Tienen unos cuantos animales que hacen la delicia con los niños

ideal para comer si te gusta el ambiente fresco de la zona. Fácil para aparcar excepto en "hora punta", pues se llena con facilidad. La calidad y variedad de la comida es buena y la atención agradable. No le pongo 5 estrellas porque considero que hay muchas mesas y tuve la percepción de que faltaba algo de personal, pues tardaron algo más de lo normal en servir y encontrar camarer@s libres no era nada fácil, espero que puedan contratar a alguien más próximamente, por lo demás, recomendable.

Para venir un domingo hay que pedir cita el sábado, y si vienes el domingo temprano te van acomodando o esperas la cola. Llegamos a las 13.20 nos dieron mesa, bebidas, pan mantequilla y esperamos 41 minutos por la comida, estaba lleno, son rápidos para dar mesa y recoger. No tienen cortado solo café. Hay bastante ruido. Hay cola para pagar. Mucho humo del asadero se mete dentro

Hemos comido de lujo en un ambiente muy familiar rodeado de vegetación. Comida típica Canaria y la carne de rubia gallega que nos han puesto una plancha para cocinar al gusto. Camareros muy campechanos.