Historias Para No Dormir en Santa Cruz de Tenerife

Un restaurante excelente en un lugar privilegiado al que siempre terminas por volver. Exquisita preparación de todo tipo de carnes ( canguro, jabalí, ciervo aparte de lo más común como pato, cordero y buey). Una gran experiencia culinaria para disfrutar con o sin pateo.

Un sitio muy peculiar. Obligatorio reservar previamente y con mucha antelación. A pesar del aspecto sencillo y rural que tiene el local la comida es espectacular. La carta es reducida, el precio está cerrado, se come en plan menú: ensalada, plato principal y postre por unos 21 euros, bebida y pan incluido. Los platos principales son todos de carne: cordero, cerdo pato, ciervo, jabali, canguro... pero elaborados de una forma única ( se nota la "cuisine française" del chef). El servicio es muy atento y cordial, nos hicieron sentir muy bien, incluyendo a la dueña del local que nos preguntó si estabamos a gusto y se quedó a charlar un ratito con nosotras. De esos sitios que obliga a volver y probar toda la carta.

Hace mucho tiempo me hablaron muy bien del sitio, pero hasta esta semana no tuve nunca la ocasión de ir.Avisar que no es un restaurante de paso al estar escondido en un pueblo escondido en está isla. Así, si te planteas ir, más vale reservar mesa porque, aunque fuera un jueves, a la hora de comer, el restaurante estaba completo.Venimos sin pretensión ni expectativa, sino para descubrir. Disfruté de la experiencia, tanto del camino, y más aún de la comida...bien preparada y deliciosa.Probé un plato que no conocía, y me encantó - Tataki de ciervo. Mi amiga se pidió un estofado de jabalí, y al llegar la comida a la mesa, ya se percibía el rico olor del estofado.De postre, la tarta fría de mango y maracuyá era el puntito sobre la i, refrescante y riquísima.Cómo vivo en el sur, no me viene de paso. Pero seguro que repetiré en otra ocasión.

Hemos comido de maravilla. Platos muy bien presentados y de muy buena calidad. Para hacer boca pedimos queso y así esperábamos los platos principales.Comimos solomillo de canguro a la mostaza antigua, chuletón normande y solomillo de buey que se deshacía en la boca.Postres caseros y café como guinda.Merece la pena llegar hasta aquí para disfrutar de lo que nos ofrecen.Os aconsejo reservar y tened en cuenta que no admiten pago con tarjeta.

La comida muy sabrosa, con una presentación muy cuidada y las carnes en su punto. El servicio muy atento y amable. Recomomiendo llegar temprano porque los platos se van agotando y la carta reduciéndose a medida que pasa las horas

Un sitio genial para comer, una carne exquisita y unos postres deliciosos. Ensalada del Chef, solomillo Wellington de buey, pierna de cordero, solomillo de ciervo en salsa bosque, Solomillo de pato a la naranja y un cabernet.

Un gran lugar para recuperar fuerzas después de un pateo por Taborno, para disfrutar de una rica comida con elaboraciones del chef y carnes de todo tipo, no se olvidan de los que no comen carne y siempre tienen algo, para finalizar con un gran surtido de ricas tartas caseras y café. Es de los fijos siempre que vengo a Tenerife.

Lugar al que llegamos taras numerosas recomendaciones y he de reconocer que a pesar de que llevaba muchas expectativas las cumplió con creces. Pedimos una tapa de queso de primera que estaba muy rica y después unos menús con la ensalada del chef que estaba rica pero nada del otro mundo y después de los platos casi uno de cada uno ya que éramos muchos. Lo mejor la carne de caza que está espectacular cocinada y además es de muchísima calidad. Lo que destaca por encima de todo es la presentación de los platos y los postres que son raciones muy amplias y deliciosos. Para repetir sin duda.

No es la primera vez que comemos en su restaurante. Desde que comenzó la pandemia no habíamos vuelto. Como en otras ocasiones, la comida espectacular y el trato súper. Esta claro que la pandemia no ha hecho mella en el servicio y la comida!!! Muchas gracias. Sigan así. Volveremos