El Fogon De Valentina en Navas de Riofrío

El fogón de Valentina es uno de los sitios emblemáticos de Riofrío. Tienen dos menús diferentes todos los días de la semana para elegir con muchísimos platos, uno de 20€ y otro de 26€. La comida está riquísima. El dueño es super amable, cercano y da un trato de diez incluso en días de mucho ajetreo. Nos gustó muchísimo el cochinillo, los judiones y la tarta de chocolate y avellanas. La decoración es muy acogedora y tienen unas mesas en la terraza para los días de sol.

La atención es brutal, Carlos que es el dueño y además te atiende personalmente es increíble.Hay dos opciones de menú completo, todos los días de la semana.El menú es muy completo, que deciros? Para gustos colores pero sirven unos Judiones de morir, el cochinillo brutal y la tarta de queso o el arroz con leche.Menús de 20€ o 25€Os hago el plan de dia, dar un paseo por la mañana en la mujer muerta y una comilona de recompensan aquí.

El restaurante El Fogón de Valentina fue un estupendo descubrimiento en Navas de Riofrio. El jefe de sala nos acomodó de forma estupenda sin tener reserva. Su actitud en general fue muy amable. Los platos probados fueron buenos, sin llegar a excelentes. Aunque con sabor casero. Recomendable!

Muy buen sitio para comer en un pueblo cerca de Segovia. Un sitio tradicional, familiar, de calidades y cantidades muy buenas. Una carta pequeña que hace más fácil que todo esté muy bueno. Relación calidad precio muy buena.

Pequeño restaurante familiar.Agradable, con decoración de fogones y cocinas castellanos.Buena atención y excelentes calidades.Comimos de menú, con judiones (espléndidos), ensalada y chuletas.No pudimos resistirnos a un ponche segoviano; fresco y dulce. Gran acierto.Muy recomendable.

Trato agradable. El lugar está decorado con gusto. La comida casera y rica. A mejorar el hecho de que algunos platos de los dos menús que ofrecen (18 y 25 euros respectivamente) una vez que los hemos pedido nos han indicado que no había. Hubiera sido mejor saberlo con antelación, aún así repetiríamos la experiencia.

El sitio es muy agradable, está bien decorado de forma rústica, con aperos de labranza colgados de las paredes. Comimos dos personas, el menú del día por unos 17 euros cada uno. De primero Judiones que estaban muy buenos. De segundo pedí merluza a la romana, estaba buena, pero el rebozado no estaba muy bien conseguido, estaba bastante grasiento y sospecho que no era merluza porque las lascas no eran del tamaño del que suelen ser en la merluza. Mi pareja, pidió carrilleras que también estaban muy buenas. En el apartado de postres, nos dijeron que todos eran caseros, como no me decidía, entre arroz con leche o ponche segoviano, el camarero me dijo que me traería un poco de cada uno ¡¿Un poco?! me trajo dos raciones completas y tengo que decir que estaban muy buenas. Comimos bastante bien, el único pero es para la atención por parte del personal de la sala, que quizá por querer agradar estaba demasiado encima de nosotros. No hace falta preguntar tantas veces si el plato está bien, aunque sus formas fueron intachables por lo que nos sentimos muy a gusto.

Comida exquisita y trato inmejorable.Desde que contactamos para hacer nuestra reserva fueron todo facilidades y un trato muy cercano y amable.Resalto de la comida: los pimientos rellenos de bacalao, el cochinillo y sobre todo el postre de manzana asada que estaba sorprendente.El precio es sumamente accesible y las cantidades de los platos más que generosas. Los menús incluyen primero, segundo, postre, pan, vino, casera, agua, café... Vamos que sales del restaurante más que satisfecho y pagando un precio muy razonable.El lugar es acogedor con una decoración bonita el servicio en la mesa es correcto y los baños estaban IMPOLUTOS.Gracias por vuestro servicio, sin duda repetiremos 🤗

Hemos estado hoy comiendo por primera vez y no será la única. Nuestra idea era comer en la Granja, pero allí todos los restaurantes estaban llenos y buscando alternativas hemos encontrado este restaurante al que sin duda volveremos. Tienen dos menús y ambos están muy bien. Calidad precio estupenda y todo casero y muy rico. Hemos probado los judíos es, la sopa castellana, el cochinillo y la carrillada y todo estaba bueno. De postre tarta de queso y ponche segoviano, aunque nos hemos quedado con las ganas de probar la manzana que hemos escuchado a los de al lado decir que estaba impresionante. El servicio muy bueno, muy amables y preocupándose de si nos gustaba y si estábamos bien. ¡Enhorabuena!