Sasha en Tomares

Sitio con encanto y con terraza exterior. Pedimos ensaladilla con huevo frito, que te lo cortan en la mesa y tiene un sabor estupendo, tb arroz ibérico, pelín al dente pero con mucho sabor. Ramón Bilbao por copa. Camareros muy amables. Quizás pelín caro, pero buena relación calidad. Volveremos

Un local muy moderno, tranquilo y con buen ambiente. La comida muy rica y lo mejor de todo, el trato del personal. Repetiré.

Fuimos por primera vez a cenar, recomendado por amigos y nos encantó tanto el restaurante como la comida y por supuesto la atención del personal.Nos recomendaron qué tomar y nos explicaron cada plato. Nos dejamos aconsejar y disfrutamos de una gran cena.La foundue de quesos es espectacular, para compartir entre dos o tres personas. También los ravioles de huevo frito que es uno de los platos estrella del restaurante y que en la versión tapa es más asequible y perfecta para degustar.Repetiremos para seguir conociendo la carta!

Vimos este sitio yendo un día al De la Cruz, y ha sido un grato descubrimiento. Las tapas (realmente medias raciones la mayoría) están muy bien conseguidas y son muy originales. Por ejemplo los raviolis fritos de yema de huevo y jamón, o el atún mechado a baja temperatura.El servicio es muy atento y tienen unos vinos curiosos. Mesas tanto en el interior como fuera.

Es mi restaurante favorito.Todo el personal se encarga de que la experiencia sea agradable, pero en especial la atención de Joaquín, el camarero, creo que es la atención que todos deseamos cuando vamos a un restaurante.La comida es indescriptible con palabras lo riquísima que está , y lo innovadores que son en la cocina.Es imprescindible probar los raviolis de huevo frito con jamón, la ensaladilla de gambón al ajillo, los tatakis de buey y de atún, el flamenquin de vieiras....Y los postres de tiramisú y de chocolate blanco.Realmente todo lo que se pida es un acierto, pero para mi gusto esos platos son los que te invitan a volver y querer más !!

Es un restaurante de 10.En primer lugar tengo que resaltar la amabilidad y simpatía de los camareros, sin eso… la comida no sabría igual.Carta original, las tapas son grandes, y de sabor espectacular. Resaltar la ensaladilla del chef (gambas al ajillo), y el hojaldre de solomillo.Repetiré.

Siempre que vamos nos sorprende el sabor y la presentación de los platos, además del trato recibido por los camareros. En una de las visitas fue para celebrar mi cumpleaños y la chica hasta me puso la canción de cumpleaños feliz y el detalle de la presentación del postre.

Este pasado sábado elimine de mi lista de pendientes en zona Aljarafe este lugar. Fuimos a cenar tres amigos y la verdad que fue una buena experiencia. No teníamos reserva pero muy amablemente nos invitaron a pasar y esperar tomándonos algo en barra mientras hacíamos tiempo, propuesta que aceptamos gustosamente.Decidimos maridar la cena con un ribera del duero y la elección fue un Marqués de Burgos, crianza 2018.  Vino con aroma frutal y algo aromático, jugoso con un final agradable.En relación a elección de platos, tras ver carta consúltanos recomendaciones de la casa y finalmente pedimos:- Raviolis de huevo frito y jamón, fue una de las recomendaciones que nos hicieron y la verdad que la descripción de sabor y textura me gustó más que al degustarlo. Desde mi humilde opinión estaba algo seco, el punto de cocinado del huevo lo bajaría. No destacable.- lasaña de buey gallego, nos llamó la atención al ver carta y también nos lo recomendaron. Un sabor y textura top, nos encantó. Muy recomendable.- flamenquin de vieiras y gambones con salsa de carabineros, atrevido, diferente y muy rico. Recomendable.Lo comentado ascendió a poco menos de 53€.Hacer mención especial al fabuloso trato del personal, su amabilidad y profesionalidad fue de diez. Regresaré a probar platos que han quedado en el tintero.

Un servicio súper agradable y cordial. Con platos muy ricos y elaborados. Si bien es cierto, nos pareció algo caro ( pero se compensa con una buena calidad y ambiente en el local ). Los postres, aunque muy ricos, esperábamos que fuesen más elaborados, siguiendo la línea de los platos.