El Bohio en Illescas

Toda una sorpresa, muy muy grata!PURA TRADICIÓN CONVERTIDA EN MODERNIDAD. Cada bocado es una bomba de sabor cuya base son los platos más típicos de la tierra, de la cocina castellana que te evocan a las típicas lentejas o cocido que tantas veces has podido comer en casa de tu abuelao de tu madre.Esto hace que el menú se desmarque de muchos otros menús degustación y por eso se convierte en una experiencia diferente donde la fidelidad a los sabores tradicionales es el hilo conductor.El maridaje excelente!Y por último mencionar al personal, un encanto!

Probamos el menú degustación y estaba todo muy bueno. Platos con sabores tradicionales muy ricos. La atención por parte de todo el personal fue estupenda e hicieron que la experiencia fuera muy agradable.

Llevaba muchos años queriendo ir a este magnífico restaurante por las buenas recomendaciones que había recibido, y todas se cumplieron.Celebramos el cumpleaños de un buen amigo, y fue acierto total, la distancia de Madrid es mínima, que no os engañe el (está en Toledo) se llega de maravilla y se aparca muy cerca.Cada detalle se cuida, un restaurante Estrella Michelín en toda regla.La armonía que se respira es única desde que entras en el restaurante, disfrutas de la comida con un ambiente muy tranquilo, cosa que agradecí el respeto mutuo entre los comensales del restaurante, disfrutar sin el barullo acústico de otros comensales.Los platos son exquisitos, la atención muy cercana y detallada, como consejo, pedir la tapa de callos adicional.Pedimos el menú de temporada, y lo que mas nos gustó es no salir llenos a explotar, sales saciado y con la sensación de haber disfrutado al máximo.Totalmente recomendable, nos regalaron un trozo de tarta para soplar las velas, detallazo!

Fuimos un grupo de amigos para darle una sorpresa de cumpleaños a uno de ellos, y acertamos de lleno.Fans de la cocina de Pepe, salimos encantados.La atención fantástica, la comida aún más.Nosotros probamos el menú degustación entre semana y fue una gran experiencia.(Un detallazo por su parte traer un postre extra con una vela, al decir que era el cumpleaños de uno de nosotros)

El sito es acogedor, discreto. Pedimos el Menú Tradicional, nos fue muy bien, nos gustó mucho y algunos platos nos sorprendieron mucho más que otros. La atención espectacular, una buena experiencia en general.Muy recomendable.

Mi problema con este lugar es que lo visité en febrero del 18 y salí tan impresionado que deseaba volver como fuera. Y ahora encuentro el local muy mejorado pero los platos no están a la altura de mi experiencia anterior y mucho menos el servicio “ tipo robot “ lleno de frialdad y ganas de que acabáramos cuanto antes o al menos, esa fue mi impresión. De los tres menús disponibles al ser martes solo habían dos y nos decidimos por el Tradicional en lugar de el de Temporada que es el que llevábamos en mente. Muy buenas elaboraciones aunque hubo dos - la sopa de picadillo y las tripas de bacalao- que no lo encontramos a la altura y mucho menos experimentamos ese estallido en el paladar de los de la anterior visita. Me pareció algo más que excesivo cobrar 10 € por cuatro trozos de pan sin las opciones anteriores variadas y mucho más generosas. Seguro que la culpa es nuestra por tenerlo tan idealizado. Pero tampoco en esta ocasión nos mostraron ni invitaron a visitar ni la bodega ni las cocinas y eso es objetivo. La atmósfera no tiene “ ese calor “ en el servicio y quizás nos condicionó el resto pero ahora, no soñamos con volver.

Experiencia única !! Nos decantamos por el menú tradicional con maridaje y fue un auténtico acierto. Platos increíbles, presentación perfecta. Personal de 10 , ambiente muy acogedor. Gracias Pepe y equipo por esta gran experiencia . Sois increíbles! Volveremos pronto !

Excelente calidad y servicio. Pepe es un gran anfitrión, se preocupa por los huéspedes. Conversamos y nos hicimos fotos con él.Ya no son tres sino cuatro las cosas que hay que hacer en la vida: tener un hij@, plantar un árbol, escribir un libro y "comer en el Bohío".

Un sitio muy bonito y acogedor, me gustó ver la cocina desde el salón donde cenamos, aunque me hubiese gustado hacer un tour por ella. La mezcla de sabores exquisita. Los callos muy ricos. Lo que menos me gustó fue el postre de chocolate, me pareció un poco empalagoso, el resto fenomenal