Galeón en Gandia

Nos encanta ese sitio, fuimos el año pasado y hemos repetido dos veces éste. Los camarer@s son encantadores y está todo muy rico. Volveremos!!

Destacaría el gran trato por parte de su equipo de camarer@s. Habíamos reservado en la terraza pero debido al calor que hizo ese día, ellos mismos nos pusieron dentro con el aire acondicionado cosa que agradecimos mucho. Durante la cena fueron muy atent@s. La calidad de la comida fue espectacular.Por poner alguna pega es quizás que alguna ración como las navajas se quedaba un poco justa para el precio.Repetiré y lo recomiendo.

Relación calidad-precio bien, camareros amables, servicio rápido, Soraya muy atenta con todos los clientes.

Una atención estupenda,hacía tiempo que no me trataban así en un restaurante/bar.La comida de buena calidad, buenas raciones y con la cercanía del paseo sin estar en el,por lo tanto, más tranquilos.Volveremos seguro

Atienden rápido y son amables. La fritura de pescado son 25€ y es grande, perfecto para dos.Admisión de niños: Tienen tronas para niños

Excelente menú de paella por 15,90€. No incluye bebida ni postre pero los entrantes de mejillones al vapor, ensalada y pan con alioli y la paella señoret nos encantó. Sólo tienen servicio en terraza y fue rápido y todos los camareros muy atentos y pendientes de sacar los platos. La relación calidad-precio nos pareció muy buena. Reservad con antelación.

Cenamos tres personas fritura de pescado y mejillones al vapor por 14€ por persona.La verdad es que la fritura estaba muy bien hecha y estaba todo muy rico, aunque nos dio la sensación de que estaban demasiado encima de nosotras y de la gente que pasaba todo el rato para intentar captar para las cenas y eso no nos gustó demasiado.En conclusión, para comer unos pescaitos, perfecto!

Camareros muy amables, atentos y rápidos. Productos de buena calidad. Raciones un pelín escasas. Precios razonables. La bebida no estaba muy fría. Pero se come bien.

Buen restaurante, la comida muy buena y el servicio muy atento y agradable. El inconveniente que nos estropeó la cena fue, por parte de la propietaria, que nos levantó de la mesa aún cuando no nos habíamos acabado la botella de vino, ofreciéndonos vasos de plástico para servir lo que quedaba del mismo. Una pena que un detalle tan pequeño marque la diferencia.