El Viejo Portazgo en Cistérniga

Hemos pasado aqui 4 noches, el personal muy atento, la comida muy buena. Las habitaciones necesitan una renovación al menos los baños, la nuestra era amplia, el aire acondicionado funciono 2 dias, avisamos pero no lo arreglaron. La de mis compañeros demasiado pequeña. La cama estaba pegada a la pared y casi no habia espacio.

Estuvimos hace 2 semanas y muy mala experiencia, la comida dejaba que desear pero el servicio fue lamentable. La mesa sucia, los cubiertos también, los camareros pasotas, cogían los vasos por arriba (donde ponemos la boca), pedí otra consumición y me la sirvieron en el mismo vaso.....lamentable. Seguro hay mejores opciones en los alrededores, no repetiré por supuesto.

Nos alojamos allí el verano pasado una noche para visitar Valladolid y fue una atención estupenda, un trato insuperable con nuestros hijos. La habitación estupenda, con sitio suficiente para 2 adultos y 3 niños. El baño algo mejorable pero curioso y limpio, ya he leído que para este año están reformados. Tuvieron detalles constantemente, detalles con los niños, consumición incluida mientras esperas la reserva, el desayuno incluido con el alojamiento está fenomenal. Por la noche cenamos allí y se estaba muy tranquilo y la comida estupenda. Aparcamos bien, un poco mas abajo sin problema ninguno. La verdad volvería a repetir sin pensarlo. El dueño muy agradable y el personal igual. No le pongo ninguna pega, todo lo contrario, un descubrimiento de 10!

Nos alojamos allí dos fines de semana distintos y estamos encantados. Muy buen precio y personal encantador. Cuando llegas allí te dan un refresco y un pincho mientras haces la reserva. Zona muy tranquila y bastante aparcamiento por la zona, además de muy cerquita de Valladolid

Muy buena experiencia.Buen precio y con desayuno incluido. Muy limpio y tranquilo,gente muy amable y dispuesta y a diez minutos del centro de Valladolid. Si volvemos seguro que repetiremos.

Personal muy amable y atento. La habitación amplia. Cama cómoda. El baño mejorable pero correcto. Tuvimos un problema con la cadena del WC que no funcionaba bien pero enseguida lo solicionaron. Desayuno bueno. Todo un detalle que al hacer el check-in nos invitaron a un refresco.

El café más caro de mi vida! Pedí un café con leche, hielo y unas gotas de crema de orujo en el hielo y una cerveza de 1/5 sin alcohol, hasta ahí todo bien, cuando voy a pagar 5,95€ ! No me salían las cuentas, cuando normalmente me cobran por dicho café ente 1,80€ Y 2,5€ como máximo en pleno centro de valladolid, le pido el ticket a la camarera (que debería entregarme al pagar )y mi sorpresa es que me han cobrado un café especial! Un carajillo quemado!! Se lo digo a la camarera y me dice que es que cómo lleva baileys y hielo.. llevaba unas gotas de crema de orujo panizo para ser más exactos, nada que ver con un carajillo quemado, ni en sabor, ni en elaboración , ni por supuesto en precio. En fin cobran lo que les da gana , ofreciendo un café pésimo; No sé si por la mala calidad del café o por la mala gestión de la camarera al tirarlo. Con lo que cobran por café estaría bien esforzarse un poquito.. dar un buen servicio y una buena calidad de producto.

Me aloje este fin de semana . Buscaba algo barato y nos decantamos por un hostal . Pero al llegar quedamos muy impresionados . Primero que todo nos trataron genial todos los empleados . Y una invitación nada más llegar . La habitación super limpia y muy acogedora . Parecía un hotel la verdad . Todo muy limpio . Comimos en el restaurante y las cantidades grandes . Si vuelvo a ir me volveria otra vez a instalar allí . Muy atentos y la experiencia maravillosa .

Fui con unos amigos un fin de semana en abril y decidimos quedarnos en este hostal debido a su buen precio y su cercanía a Valladolid. El trato del personal fue excelente, todos muy amables y atentos, e incluso nos invitaron a tomar algo cuando llegamos. La cama muy cómoda y la habitación muy luminosa. Además cenamos un día allí y la comida riquísima y una cantidad generosa. La única pega que pondría sería el baño, pues el desague de la ducha no tragaba bien y se nos llegó a inundar todo el suelo, se veía que ya había pasado más veces porque la puerta estaba algo hinchada.