Restaurante Liena en Murillo de Gállego

Hemos estado alojados en el hotel y hemos disfrutado de una cena y un desayuno buenísimos.En la cena pedimos un risotto de setas y carrilleras en vino tinto que eran espectaculares, tiernas, super sabrosas con unas patatas en su punto.Para el postre una quesada y brownie calentito con frutos del bosque y nata.Para el desayuno hemos disfrutado de una gran variedad desde fruta, embutidos, dulce y todo acompañado con zumos, cafe y agua.El trato ha sido muy cercano, profesional y muy atento en todo momento.Para volver a repetir.

El local es pequeño pero muy acogedor, unas vistas preciosas a los mallos. La dueña me hizo una gran favor con una cosa q le pedí.El tema de la comida ya fue otra cosa....muchas cosas de la carta no estaban....las ensaladas escasa y caras y los pescados no estaban más pero nada del otro mundo para el precia q tenían.Solo se podía pagar en efectivo (me lo dijo al hacer la reserva).En general el sitio maravilloso pero la comida dejo mucho q desear.

El local es acogedor y bonito pero la comida nos dejó en "empate" : la ensalada no decía nada y las croquetas NO eran caseras, decepcionante para el sitio y teniendo en cuenta el precio de la carta, sin embargo la carne estaba sabrosisíma, muy rica. Los postres tampoco parecían caseros, tenían ese punto insípido de la comida preparada.Fuimos en agosto y es una zona q no está acostumbrada a las temperaturas de este año, soy consciente pero se hacían necesarios al menos unos ventiladores, las mesas de al lado pidieron chuletón y les sacaron unas piedras calientes para hacer la carne in situ y a la temperatura ambiente se le sumó la piedra del chuletón...q tenía muy buena pinta pero el calor era incómodisimo

El restaurante bien decorado, no saben que es la hostería,la falta de educación en y profesionalidad en el servicio es llamativo. Calidad no saben lo q es, en un menú de 25 euros dde la elección de platos es cada cual peor. No tienen menú infantil ni opciones para ellos, eso si… los garos comen en la mesa contigo. Sin palabras …

Comida de 11/10, buen trato con explicaciones de las carnes y vinos…. Para repetir!!

Estuvimos hace un mes.Nos informaron por teléfono de las dos opciones de menú al hacer la reserva y enseguida cobraron los 50 e de fianza.Nuestra sorpresa al llegar fue que ese finde por pocas reservas no había menú… de no estar nosotros al tanto no nos descuentan de la cuenta los 50 e ya pagados.Bastante desagradable también estar comiendo y oyendo toser sin parar en la cocina y ver salir de vez en cuando a un hombre sin mascarilla ni nada…Respecto a la comida, el chuleton rico, lo ponen con piedra caliente y se forma una humareda en el restaurante importante.Bonitas vistas.

Hemos comido 6 personas y la impresión es la siguiente:* Primeros... Hojaldre y paella, el hojaldre bueno, la paella el arroz duro.* Segundo: codillos mal acabados, patatas crudas. Costillas bien.* Cervezas que venden de una marca y luego sacan otra, a 3€ el botellín. Las sacan poco frías, dicen que esperan unas cámaras...* Postres, tarta de queso la sacan caliente, evidentemente no sale de la nevera. El resto, helados. Esos bien.32€ menú por persona, sin vino. Que tampoco tienen vinoteca ni cámara para los vinos.En definitiva, si vienes a Murillo tienes más opciones y mejor.

Experiencia .......La música ambiental de todo el restaurante era la que salía de la cocina... ( alta a más no poder).La comida es buena y de calidad pero las croquetas un robo a mano armada (estaban frías por dentro y pequeñas a más no poder) . Congeladas? Caseras? Lo pongo en duda. 12 euros por 8 bolitas un robo.La carne muy buena y de calidad.Había demasiada gente para 1 sola persona atendiendo.La chica demasiado bien atendió a todos.El vino muy bueno y buen precio.Deberían gestionar mejor el tema del humo al hacer la carne a la piedra....los clientes se molestaron bastante y tuvimos que abrir ventanas y la puerta en varias ocasiones.El baño de mujeres....un poco descuidado. Los de la despedida entraban y salían como querían al de hombre y al de mujeres.Postre no pedimos, aunque tenían buena pinta.En resumen un 6 .Tardamos casi 3 horas en comer.

El restaurante es de lo más acogedor! Bonito, decoración sencilla, pero con un gusto refinado. El trato, exsito. Una chica de lo más amable.La comida, llevando en cuenta de que una de nuestras comensales, no se encontraba bien. Puedo decir que todo estaba muy bien. Un risoto espetacular, una ensalada de mes la de lechugas, con langostinos y gulas! No hay que perderse lo. Hemos comido, jabalí, que estaba muy tierno, pero un pelín pasado de sal. La Paletilla, muy buena y la dorada, bien presentada y en su punto. De los postres, poco que añadir. Hemos tomado yogurt y un coulant!!!! GENIALNOS HEMOS HIDO CONTENTOS