El Llar de Bego en Mieres

He ido con una persona de Alemania a mostrarle las lindezas de nuestra zona. Fuimos a tomar un café de tarde y nada más aparcar salimos y mi perro también. No me dio tiempo a posar los dos pies en el suelo cuando una chica joven sale de una forma brusca y nos indica que tenía que atar al perro, cosa que por supuesto iba a hacer en cuanto estuviera posada. También nos indica que no podemos estar en la terraza con el perro, cosa que respeto por supuesto, pero las formas en las que lo dijo no son en absoluto adecuadas. Nos indica la zona donde podemos estar con el perro y es la zona lateral no asfaltada donde tienen unas sillas y mesas un poco viejas. Estuvimos a punto de irnos por la violenta situación. Se puede decir lo mismo con mejores modales y quedas mejor. Luego nos fijamos en la pizarra que ponía toda su lista de prohibiciones:1.- Prohibido perros en la terraza2.- Prohibido jugar al balón3.- Prohibido echarse en el cesped4.- Prohibido traer comida o bebida de fueraEn resumen, por muy bien que se coma y que las vistas son muy bonitas, como no cuiden el trato al cliente y viendo otras reseñas, el negocio comenzará a dar pérdidas.

Restaurante bien situado con vistas muy bonitas. Comida excelente y amabilidad absoluta, pendiente de que estés muy agusto. No hay menú, solo carta.Muy recomendado

La terraza tiene un mirador al valle, pero por semana si quieres comer algo de tarde noche, no te dan ni embutidos, y con la sidra, es lo que siempre apetece

Me encanta el lugar. Me gusto la comida. Y los trabajadores muy amables

Al propietario del Bar de Bego, te diria que no entres al trapo de los comentarios que no te gustan, la gente no es tonta, asi que si vas y no te gusta pues no vuelvas y si te gusta lo pones en comentarios y volveras porque te gustó, y la gente como sabe leer ya tomará nota; pero si le contestas solo a los mas criticos con el local, te haces un flaco favor a ti mismo y al local porque ademas es lo que ellos quieren, que entres al trapo, saludos.

Lugar espectacular. Más arriba de Cenera, con unas vistas que te dejan pasmado. Con parking suficiente para más de 15-20 coches.La carta es muy sencilla pero la elaboración de sus platos, géneros de primera y atención de la propietaria, aportan todo lo especial de la comida casera asturiana. Conviene reservar y volveremos.

Siempre que voy a este sitio dejo el coche aparcado cerca del sendero de entrada y nunca me han dicho nada. Total que hoy un señor apareció de repente para reprendernos de malas maneras por haber aparcado así con frases como “ que hace ese coche ahiii!!” “ como hagan tos como tu no puede aparcar nadie” . Na un señor impresentable que mejor estaba cuchando bien lejos. Inmediatamente nos volvimos a subir en el coche y nos fuimas.En conclusión: no volveré.

Un buen restaurante con una terraza espectacular. Buena comida. Camarera muy agradable. Tranquilidad absoluta. Volveremos.Carta no muy extensa pero apetitosa y raciones abundantes.

Después de conocer la zona paramos en ese sitio y disfrutamos de la vista con un rico café, el olor de la comida nos tentó a comer pero era muy tarde así que volveremos para comer!