Casa Marcial en Parres

Una experiencia única de principio a fin dónde no se puede poner ningún pero. Cada uno de los pases del menú degustación es impresionante en sabor, presentación y elaboración. Además, añadimos el famoso arroz con Pitu (uno de los mejores arroces que he probado) y la Fabada. El restaurante se encuentra en un entorno único lo que hace una experiencia más enriquecedora. El servicio por parte de todo el personal es inmejorable, en especial el Sumiller Juan Luis García es un pedazo de profesional y muy atento dónde nos recomendó un vinazo para lograr una experiencia inolvidable. Volveremos sin lugar a duda!! Enhorabuena por todo el trabajo y esfuerzo que hay detrás!!

Los aperitivos refrescantes , estamos en verano. El plato de carne vaca frisona era insípido. El plato de champiñón era original pero por el caldo y el crujiente de manzana. El chuletón de Mar q era bonito en tamaño xs era insípido . Lo mejor : calamar, mero, cabrito aunque plato lechuga tenía arena. Los postres eran mejorable: un macaron nunca con fruta fresca y la pasta macarrón era la q tenía q tener el sabor a kiwi, bizcocho maíz era un kiko, la nata con miel era cuchara de cuajada, nada sorprendente El milhojas arroz con leche no sabía a tal y el chocolate , como siempre es lo mejor . No tomamos café y por un momento me pareció q no nos pondrían el carajito , q no comí. Se nos llevaron el vino antes de acabarlo y lo reclamamos y sirvieron cuando ya estábamos en los postres , quedaba para 3 dedos de copa. Intentaron enfocar a q escogiésemos maridaje y no fue así. En cuanto la sala, éramos 4 mesas y en la de 4 comensales era muy gritona que se amortiguó cuando se ocuparon las otras dos mesas. En muchos momentos de la comida no oía a mi pareja de mesa porque estaba muy insonorizado . El servicio muy correcto .

Una de las mejores experiencias gastronómicas que he vivido.Hay que reservar con tiempo pero merece la pena. Casa marcial ofrece muy buena calidad en sus platos y en su materia prima.Aunque hay opción de menú, nosotros nos decidimos pedir de carta. Además de los aperitivos variados acompañados de su propia sidra (marca de la casa), pedimos unas croquetas de entrantes y como no la fabada, ESPECTACULAR.Después tomamos el arroz con pitu, que tiene un sabor muy bueno y especial, nunca lo había probado, para terminar con el solomillo, que están perfectamente hecho a la parrilla.De postre tomamos también una degustación variada.Por último, destacar la amplia carta de vinos que disponen y a un muy buen precio.Sin duda, es un sitio al que hay que ir más de una vez para poder probar todo

Espectacular. Vale la pena ir hasta Arriondas para ver el paisaje y comer en Casa Marcial.Hicimos el menú degustación NORDESTE, que tenía pitu de caleya y lo queríamos probar si o si.Para mi destacar el Carpaccio de vaca frisona, la croqueta de jamón (seguramente la mejor que haya comido) y el pitu. El resto de platos estaban igualmente espectaculares.Servicio atento pero sin ser intrusivo y el restaurante es muy acogedor, como una casona asturiana. Al acabar incluso nos pudimos hacer una foto con Nacho.Precio más que aceptable para un 2**.Volveremos seguro!

Espectacular todo.Servicio, entorno y a lo que ibamos…a comer bien.Hemos tomado el menu corto con maridaje y nos ha encantado.Mesa con vistas a un monte verde con una vaca frisona pastando….increible.Totalmente recomendable.

Maravilloso restaurante en un entorno increíble. Escogimos el menú largo sin maridaje y nos encantó. Platos muy potentes de sabor, con Asturias presente por todas partes, nos sorprendió muy gratamente. Obviamente el precio es algo elevado pero justifica sin duda las 2 estrellas Michelin. Merece la pena el viaje.

Muy muy bien. Por el lugar, el trato y el menú. El de este verano es de mucha calidad y contiene algún paso muy interesante, como el chuletón de mar, la ventresca o el pichón. Peca del mismo defecto que casi todos los restaurantes del mismo nivel, que es pasarse tres pueblos con los precios de las bebidas (cerveza a 4 o 5 veces su precio, por ejemplo), aunque ya no sorprende esta práctica. Aún con esto, hay que ir, y hay que volver.

Simplemente espectacular, sin duda la excelencia hecha restaurante en medio de la montaña asturiana. Muy recomendable.

Exquisito!pedimos un menú degustación: todo estaba delicioso, armónico, tanto cada plato como el conjunto perfectamente equilibrado, los productos tratados con gran sensibilidad..La fabada tradicional, por naturaleza más prosaica , también resultó absolutamente perfecta,sin exceso de grasa, cargada de sabores pero sin abrumar ..deliciosa.Las abuelas más exigentes le hubieran dado un sobresaliente.Ambiente sereno, decoración cuidada ,servicio excelente , y ese paisaje .. todo perfectoGracias por estos momentos deliciosos al artista que es el chef Nacho Manzano, y a su equipo.————————We can only say everything was exquisite..at times touching the sublime.The suggested set menu we chose transmitted serenity, balance, harmony, sensibility..and a treasure trove of deliciousness, in tastes, scents and mixed textures.The traditional Fabada and Pitu de Caleya would be approved of -and with Honours- by our most demanding grandmothers.All in all, a not to be missed gastronomic experience, in the midst of such a scenic landscape that it will make you feel in a fairy tale village of old.Many thanks to this Artist, chef Nacho Manzano, and to his team, for many delightful moments