Grasshopper en Barcelona

Se encuentra en el gótico, es un pequeño local que pasa desapercibido, fuimos un sábado al medio día y no tuvimos que esperar, al entrar te encuentras un local pequeño con una barra larga donde te invitan a sentarte en un taburete bajo, te dejan un folio de carta y te toman nota, carta reducida pero buena oferta, el precio calidad es muy acorde, el ramen estaba muy bueno sin ser el mejor pero muy buena calidad-precio, no tardan en traerte la comida comes y te marchas para evitar sobremesa. Repetiremos, gracias!

Lo primero, son unos descuidados, en todos sus perfiles pone que abren a las 13h, pero abren a las 13:30h (al menos ayer sábado).El sitio no es muy grande, pero es agradable y con estilo. Hay una barra y te sientas en taburetes bajos. No hay mesas.Nos han tardado en servir alrededor de una hora. El camarero andaba perdidísimo. No venía a tomarnos nota, evitaba constantemente la mirada. Cuando finalmente hemos conseguido que nos hiciera caso, le hemos pedido. Parecía que nos había hecho caso, pero no, todo el rato nos traía la bebida de las personas de al lado, hasta que le hemos tenido que repetir 2 veces más que habíamos pedido agua fría (nada exótico o difícil de recordar). El tiempo ha ido pasando y el cocinero le ha dicho “ya no tengo nada pendiente, no?”, nos ha mirado y se ha dado cuenta de que no había pasado nuestra orden. Ha venido con excusas de que se había perdido nuestro pedido, así que de nuevo le hemos tenido que decir qué queríamos. No sé francamente para qué, porque al final nos ha traído lo que le ha dado la gana, que nos hemos comido por no volver a esperar a que nos trajeran lo que habíamos pedido.El ramen está exquisito, muy rico el caldo y casa a la perfección con todo lo que llevaba. Las gyozas nada especiales (nos hemos quedado con ganas de probar las de carne, porque el camarero decidió traernos las de verdura).Es una pena que la experiencia haya sido tan decepcionante. Llevaba mucho tiempo con ganas de probar el restaurante y ha sido un fail importante.Quizá si el servicio hubiera sido diferente, me hubuera quedado con otra sensación, pero es lo que es…

🍜 Ramen deliciosoUn restaurante donde parar para comerse un delicioso y reconfortante Ramen. El local es pequeño y acogedor, quizás el formato es algo incomodo porque te sirven en barra lo que hace que no admitan reservas. Pero lo compensa el servicio, muy amable y atentos.Pedimos Ramen tonkotsu shoyu y el vegetariano a parte de unos entrantes como gyozas y tofu, todo muy bueno a destacar el ramen vegetariano que está increíble 💯De precio razonable. Sin duda un rte. para repetir. 👌🏻

Local pequeño y acogedor con servicio solo en barra. Es mejor llegar pronto para evitar la cola, aunque te sirven los platos en seguida. De entrantes las gyozas de langostino y las de carne nos han encantado, tienen mucho sabor. Luego, los tres tipos de ramen que hemos probado nos han encantado. Personalmente el más bueno el Miso, pero para gustos colores! Hemos acabado muy llenos para probar los postres pero nos hemos quedado con las ganas, volveremos seguro!

El ramen buenísimo, el caldo increíble y la atención espectacular; además el local te hace sentir q estás en medio de Japón, todo de 10muy recomendado <3 :)

Un sitio estupendo. Lo recomiendo si estás buscando una experiencia auténtica de ramen. No importa lo que pidas porque todo estará bien.Los que trabajan ahí también encantadores y muy atentos.Sitio 10/10

Llegué a este sitio porque aparece como el #1 en TimeOut, y aunque no estuvo mal, no creo que sea el mejor. Sí, es encantador comer en una barra al estilo japonés -recomiendo llegar puntual a las 20H, de lo contrario habrá que esperar un poquito y no hacen reservas-, la atención es muy cordial y los precios están bien, normales.Lo único es que los fideos del ramen estaban pegados, como cuando la pasta se cocina mal, el sabor no era tan intenso y, al menos en el vegetariano, parecía una sopa de fideos y ya. El kimchi sí estaba delicioso. En fin, prefiero Kobuta Ramen, por Sants, 10 veces superior.

Bar de ramen al más puro estilo japonés, un local pequeñito y acogedor en el que te sientas en la barra a comer tu ración de ramen. El ramen está preparado con cariño, delicioso, y el precio es muy correcto. He de añadir que el tan tan mein ramen no pica, a pesar de que en la carta es anunciado como picante. Por otra parte la camarera es atenta y agradable.Un sitio para repetir.

Buenísima. Fuimos un lunes mediodia y tuvimos que esperar unos 30-45minutos para entrar. El sitio es pequeño pero acogedor. La comida, BUENÍSIMA y con el servicio top, RECOMENDABLE.