El Nuevo Molino en Piélagos

Excelente! Calidad en todo, servicio, producto, preparación, precio... Un gran acierto y desde luego que repetiremos!!

Espectacular experiencia!Bonita decoración, muy buen trato por parte del personal y un producto a la altura de las expectativas.Destacar el alto grado de elaboración de los platos así como el gusto y la finura de los mismos, sobre todo en lo que refiere a salsas y guarniciones.Destacar los aperitivos (incluida copa de champán rosé) que ya te adelantan la idiosincrasia de este restaurante: producto local de altísima calidad con una esmerada elaboración, fina y delicada.El precio me pareció muy ajustado para la alcurnia del establecimiento.

Fenomenal, desde el entorno, la atención y los extraordinarios platos que se pueden degustar. Un bacalao riquísimo, una sorprendente merluza, carne de ternera que pocas veces se puede degustar. Todo elaborado y servido con unas salsas y cremas impresionantes. Las entradas no desmerecen a los platos principales y los vinos del maridaje, cada uno con su plato, al nivel de los mismos. Llega el final del menú y uno está satisfecho pero, falta la bomba, una torrija sublime. En definitiva, una jornada gastronómica para recordar.

Maravilloso... Los platos buenísimos y abundantes , prestan atención al producto de temporada y de cercanía. el menu degustacion un acierto. El servicio amable de 10.. el local es muy bonito con un jardín muy agradable.. estrella michelin merecida

Sitio muy bonito, muy buena decoración, jardín para comer o tomar copas. Buena atención. Baños: limpios y equipados. Todo muy bueno.

Trato exquisito.Lugar idílico.Raciones abundantes para la calidad de todos los platos.Personal muy amable y atento.Nos sorprendió los aperitivos, que apesar de no haber pedido el menu degustación, fue como si lo hubiesemos pedido.Recomiendo pedir de postre la torrija.

¡Muy buena cocina, gran menú degustación!

Magnífico lugar para comer y disfrutar, carta o dos menú degustación a elegir.A destacar los pescados del día y según mercado. La atención es muy esmerada y cordial, a la altura de la comida.El lugar es precioso, con amplios comedores y una zona ajardinada espectacular.Una opción más que recomendable !!!.

Servicio esquisito y el sitio idílico. El cuanto al menú los entrantes (ensalada de verano y pudin de cabracho) buenos, un poco plano el sabor del pudin. En cuanto a los segundos. La lasaña estaba muy buena, quiero destacar el sabor de la carne tudanca muy suave al paladar e intensa de sabor al mismo tiempo. En cuanto a los bocartes me esperaba un plato más elaborado. Más bien eran los bocartes rebozados y clásicos q conocemos. Y los postres me pareció muy pobre en cantidad, así también el hecho que solo se permitíera una copa de vino por comensal en el menú.