Greco en Santander

Simplemente perfecto, comida espectacular y camarera super maja. Especial mención a los calamares salteados a los que se nos olvidó sacar foto. Cena de 10!

Tomamos el menú del día y buenísimo todo. Creativo, tradicional y todo muy rico. La camarera majísima.

Excelente. Para mí una de las mejores experiencias gastronómicas de mi visita a Santander. Buena presentación, cuidado de todos los sentidos, buen trato, profesionalidad.

Calidad-precio estupenda, platos elaborados y buena presentación, local pequeño, agradable.Buena atención y servicio.

Estuvimos anoche , buen ambiente y el camarero de detrás de la barra que nos sirvió muy amable y nos atendió rápidamente .Gracias estuvimos muy agusto y rico el taco y la mini hamburguesa.

Todo un descubrimiento, muy buena calidad, delicioso y además el trato de la camarera que nos atendió no pudo ser mejor, encantadora. REPETIREMOS

Un buen menú del día por 15€. Disponen también de una carta variada. El personal muy amable, atento y profesional. El establecimiento es acojedor y está muy limpio.Nosotros elegimos el menú y probamos además las Gyozas de la carta. Buena relación calidad precio en todos los platos, aunque los primeros nos parecieron un poco escasos en cuanto a cantidad.Muy recomendable. Volveremos.

Buenas viajeros , sin duda un restaurante para ir a comer sin ningún tipo de problema, la elaboración de los platos es increíble, la comida excelente nos gustó mucho sobretodo las pochas riquísimas, los camareros te dan una gran atención son súper amables, los cocineros hacen un gran trabajo, volveremos sin duda

Buscamos un sitio por Santander para comer que tuviera buenas reseñas. No nos decepcionó. Muy buena comida. Parece de diseño, sabroso y de muy buena pinta. Además tenían un menú del día en fin de semana por 15 euros, súper barato para lo que comimos. Lo único el piso de arriba tendrían que hacer algo con las vigas que lo cruzan, ya que como midas más de 1.80 el coscorron te lo llevas seguro. Por lo demás sitio genial para comer y tomarse unos vinitos para hacer hambre.