Bar Muralla & Tasca "Al Masset" en Peñíscola

Taberna familiar con terraza en el adarve de la muralla de la Ciudadela de Peñiscola. Las vistas desde la terraza son espectaculares sobre las playas norte y sur de la ciudad. La atención del servicio muy cercana y las tapas muy buenas, diría que sobresalientes. Pescado muy fresco y bien cocinado a precios muy competitivos. Lugar a visitar, es un must si se está en la ciudadela.

Grata sorpresa, lo descubrimos el primer día en Peñiscola, negocio familiar, muy cercano, con productos de proximidad. Maravillosas vistas desde su estupenda terraza. Recomiendo el all i pebre de pulpo, el pulpo encebollado, sus croquetas, pescadito frito, los postres caseros riquísimos!, calidad/precio más que razonable. Iris y Héctor, un amor! Sin duda repetiríamos!!. Gracias familia! 💗

La atención fue estupenda, las vistas desde allí son muy bonitas. La comida esta rica, aceptable. Eso sí, la cerveza está muyyy fría, y eso se agradeció con un día de calor intenso. No hay acceso a sillas de ruedas ya que hay que subir unas escaleras de madera/ hierro para subir a la terraza. El bar es muy pequeño para estar en una mesa.Acceso para sillas de ruedas: No hay acceso a sillas de ruedas ya que hay que subir unas escaleras de madera/ hierro para subir a la terraza.

Fuimos a este restaurante debido a la puntuación que tenía en el Maps. El contexto de la zona invita a que muchos restaurantes eleven sus precios y la comida no sea muy buena. Aquí encontramos un sitio con bastante calidad/precio.Llegamos sobre las 21:30 y tienes la posibilidad de reservar sitio apuntando te en una lista. La cena estuvo bastante bien elegimos tapas para compartir. Mención especial al pulpo encebollado que tenía gran sabor. Y en resumen fue una buena elección ya que además su terraza cuenta con las vistas de toda Peñíscola iluminada lo que da ese punto a favor. Todos los camareros nos atendieron muy bien y el trato fue exquisito. Volvería! 😋Además tienen una gaviota "amaestrada" que se suele acercar a la muralla, algo muy único 🐦.

Buena relación calidad precio y buen servicio, no hacen reservas pero si esperas un poco las mesas se mueven rápido. Merece la pena las vistas, desde la muralla ver todo Peñíscola. Comimos bravas, croquetas de calamar en tinta, pulpo encebollado y boquerón frito y todo muy rico. Además luego nos invitaron a unos chupitos. Para repetir!

Sitio precioso con unas vistas practicamente insuperables. El trato super cercano y familiar, muy agradable, nos aconsejaron el al-i-pebre de pulpo y fue todo un acierto. El pescado frito y los mejillones al vapor exquisitos, hasta las burguer para los niños genial. La calidad del producto excepcional, en cuanto a precios, muy correcto. Volveremos, sin ninguna duda.

Comimos muy bien, negocio por lo que se intuye en el trato entre trabajadores familiar. Ahh si tienes pensado ir, piensa que no se hacen reservas, y se llena.- Lo mejor:Calidad del pescado.Cenar sobre el muro del castilloVistas de toda la costa de PenyíscolaTrato y amabilidad del personal- Mejorable:Por poner algo, si vas de noche y pides pescadito con niños, la luz és muy muy escasa. Yo pondria en las mesas algun tipo de lamparita de sobremesa solar para que sin deslumbear loss comensales puedan ver mejor los platos.- Lo peor:NadaRecomendable 100%. Una muy buena experiencia.Aparcamiento: Deberás aparcar abajo, zona azul... en verano 3'8€ por 4 horas, no llega al euro por hora. Acceso para sillas de ruedas: Difícil. Con cochecito de niños tienes que desmontarlo y subirlo por unas escaleras. Pero vaya, estamos hablando de cenar en un monumento.

Terraza del bar situada en la muralla, estrecha y con muy mal acceso por unas escaleras estrechas de madera. Las vistas espectaculares. Tomamos algo en varias ocasiones, hasta la última vez, que tras preguntar que si podíamos tomar unas cervezas y decirnos que si, una vez arriba en la terraza nos indica el mismo camarero que si no cenábamos no nos podían servir... Órdenes de la dueña al parecer... Sin problema, la zona está llena de bares que ofrecen incluso mejores vistas. Siento la poca valoración, es la que dicta mi experiencia.Acceso para sillas de ruedas: No

Comida cocinada con cariño y calidad acompañado de unas vistas espectaculares a las dos playas de Peñíscola, norte y sur, a través de la muralla que da nombre al bar. Gran descubrimiento