Blue Dream en Peñíscola

La vista espectacular y la decoración casi linda, los floreros desaliñados. Los camareros estaban discutiendo cuando yo me senté de temas laborales delicados...algo que no debe ocurrir delante de los clientes. No sabían atender la mesa apropiadamente. Los calamares regular, vino bien...no vale el precio que pague, no lo recomiendo.

Un local fantástico, muy reservado y con vistas espléndidas al mar y con una brisa muy rica para contrarrestar el calorcito. Definitivamente el local más romántico de todo Peñíscola.Pedimos varios cócteles, dos con alcohol, uno sin alcohol, y un zumo de melocotón.Espectaculares! Es el segundo año consecutivo al que venimos, y el segundo año que nos vamos con muy buenas sensaciones del lugar.Muchas Gracias!!! Y volveremos 🍹

Lugar con bonitas vistas aunque nos tocó una noche ventosa y oscura. La camarera toledana muy amable y agradable aunque las copas muy normales, el hielo se deshizo al momento!

A ver... El sitio está muy guapo, terraza frente al mar, música, muy chill la cosa.Pero... Los combinados dejan mucho que desear, y otra cosa que en el siglo XXI ya no puede pasar es que sólo se pague en efectivo/ metálico porque no pilla señal el datáfono. Momento incómodo si pediste, te sentaste, bebiste y no tienes como pagar. La camarera muy maja pero esas cosas se avisan antes, así me das la oportunidad de elegir si me quedo o no.Económico no es, pero bueno, si te apetece estar un poco relajado disfrutando las vistas ( y con dinero encima) esta correcto.

Un local en un edificio precioso y con una terraza genial, a los pies del faro de Peñíscola.La atención de las camareras muy buena, simpáticas y serviciales.Las consumiciones son algo caras, y los cocktails nada del otro mundo.Pero lo dicho, lo fuerte es su ubicación.

El sitio muy bien pero nunca me habían pedido el dinero antes de probar lo que pedí, de hecho pensaba pedir más cosas pero decidí no tomar nada mas; en 3 días en Peñíscola fue el sitio más caro en comparación: 2 refrescos, croquetas y patatas bravas que no eran bravas porque lo que traían era salsa rosa, 25€. Merece la pena seguir un poco más abajo y hay un localito con varias máquinas expendedoras donde hay variedad para beber y picar.

Estuve a mitad de semana de Febrero y era uno de los pocos abiertos.Precios elevados y trato correcto, pero a mi parecer el sitio simplemente merece de por sí echarse una paradita ahí. Vistas directas al mar fantásticas, y en estas fechas relax total.Eso sí, estuve en Agosto creo recordar, y como era de suponer, tuvimos que esperar bastante para tener sitio...

Un lugar anclado en un paisaje increíble, dentro de las murallas del castillo de Peñíscola. Maravilloso! La comida y las bebidas muy buenas. Tomamos mojitos y comimos unos chopos y patatas bravas. Algo especial es un gran Buda que hay en el local. Espectacular. Pasamos buenos momentos, de estos de guardar en los recuerdos con mucho cariño.

El sitio es espectacular, pero el vermú malo y aguado. Los cokteles son puro hielo y los boquerones sin sabor y caros ( la ración traía 10 boquerones y nos costó 12€). Yo no volvería.