Giroki en San Sebastián

Gran variedad de bocadillos y camareros muy amables. Podrían invertir en un pan sin gluten (el suyo es bastante malo) de mayor calidad ya que los bocadillos es uno de los platos que más sirven. Servicio muy rápido a pesar de ser la semana grande de Donosti.

Súper amables, somos un grupo de 5 y hemos comido genial. Yo soy vegetariana y me han personalizado una de las hamburguesas para poder comerla sin Carne. Recomendamos la la Burguer Giroki, el arroz con leche y la tarta de queso ❤️❤️❤️

Buenos bocatas buenos precios trato muy agradable de los pocos sitios de la parte vieja recomendable por relación calidad precio

Buen sitio tuvimos suerte y nos pudimos sentar Buenos bocadillos y buenas raciones El personal muy simpático

Lugar pequeño pero con grandes personas, trato muy bueno y unos platos combinados geniales. Ni que decir del "Carolina"... Lugar que visito una vez al mes si o si. Recomendadisimo.

Pequeño local pero bocatas enormes!Muy ricos y personal súper amable y atento. Nos encanto y a un precio súper competitivo.Volveremos

Comimos muy bien, algo estrechos pero más que suficiente, estaba a tope. Local muy bien situado en la zona antigua. No sólo son bocadillos, unas alubias, filetes con morcilla, ensalada....a buen precio y muy bien atendidos. Gracias. Muy recomendable.

Simplemente brutal, para pintxeo y bocatas, el mejor para mi gusto de la parte antigua. La Carolina, obligatoria probarla al menos una vez. El despliegue de pintxos en barra abre el apetito a cualquiera. Lástima que sea tan estrecho y se pete tanto, pero es lo que tiene que esté todo realmente cojonudo...Para mi, una visita obligada en cada visita a la bella Donosti desde hace ya facil un par de décadas.Edit post-pandemia: 3 años después volví y aunque ya no hay rastro de la brutal ristra de pinchos a lo largo de la barra (imagino cosa de sanidad), su especialidad la Carolina sigue siendo una salvajada inabarcable, y los diversos platos combinados, acojonan de solo verlos. Bar sencillo y directo de papeo a la vasca, como está mandado.

Un sitio pequeño pero super acogedor. Llegamos a comer muy tarde, con la cocina a punto de cerrar, y aun así nos atendieron de lujo, incluso volvimos al día siguiente. La comida sale super rápido y abundante, y está muy bien de precio. Variedad de opciones para comer, incluso con opciones veganas y vegetarianas. El dueño, Denis, y su hijo muy amables y cálidos en su trato. Nos hemos sentido como en casa. Gracias! Saludos de Lucia y Santiago.