Rojo y Negro en San Sebastián

Es uno de los bares de tapas donde se come bien. Excelente ubicación. Ambiente agradable. Buen servicio.Admisión de niños: No hay ningún impedimento en que haya niños.

Bar moderno, no es la imagen que uno busca para ir de pintxos, pero bien situado.Precios muy correctos y los pintxos ricos (la brocheta de langostino se ve un poco huérfana de langostino).Es cierto que se les ve con prisa por echarte a las 10. Es incómodo entrar a las 9 a cenar y ver al camarero barriendo entre las mesas.

La comida un poco desastre, unas setas al ajillo que era más bien una cazuela o sopa de setas por qué era puro líquido, unas hamburguesas con el pan viejo, duro, unas patatas bravas que la salsa era muy líquida. Para comer quizás sean buenos los pintxos. Las croquetas que pedimos estaban divinas.Comida: 2/5  |  Servicio: 3/5  |  Ambiente: 4/5Platos recomendados Pintxos …Más

Sin duda el peor bar de toda la calle san marcial, no lo recomiendo para nada y una camarera muy desagradable la verdad, no volvería ni aunque me pagasen. Cambiar el equipo y os irá mejor, camareras así arruinan un negocio

Me cobraron 1'50€ por un poco más de leche al café, y la camarera una borde total, diciendo que si no me gustaba que me fuera. Una pena que tengan esa camarera tan impresentable y borde, toda la calle San Marcial la conocen por lo borde que es, cambiar de personal. Y ese extra de leche se suele regalar....pero bueno.

Muy acoger y muy buen trato, comida excelente sobre todo la hamburguesa exquisita….. recomendable 100%

Los pinchos buenos, calidad precio bien, pero el camarero deja mucho de desear. A parte llegamos a las 21.30 pedimos unos pinchos y a las 21:55 quisimos volver a pedir otro pincho caliente, y nos dijo el camarero que no,que la cocina estaba ya cerrada, cuando al cabo de unos minutos vi como serbian tapas a otra mesa, no costaba nada hacer un pincho más, no siendo ni las 22 de la noche, me pareció mal la actitud del camarero .

Muy buen lugar, al no estar en la parte vieja es más tranquilo, organizado, menos concurrido y se come de maravillas , excelente atención de Juan y su compañero que no supe su nombre.Precios? Menores en general a los de la parte vieja y de muy buena calidad, mesa para sentarse y no comer con extraños en medio metro cuadrado...al menos para mí , tiene valor .

En la tierra donde Dios cobra todas y el vil metal pareciera ser lo único que importa, aparece este oasis del buen comer y encima accesible. Comí bien y pague razonable. Gracias por esos pinchos y la cerveza tirada. Rico, accesible, bien atendido.