Pub Alexander en Granada

Un lugar especial, donde deleitar todos tus sentidos. Con una luz tenue, decoración cuidada y música tranquila, acorde al lugar, parece una burbuja en el tiempo. Amplia variedad de cócteles. Es un lugar mítico en Granada, que esperemos siga abierto por mucho tiempo.

De los sitios más antiguos de la noche de Granada, y de los más desconocidos también. Es una opinión personal, pero coincidimos todos los que íbamos en que parece que íbamos a entrar a un lupanar. Una vez pasas de la puerta te sumerges en un universo vintage, tirando a añejo. Hay que reservar por lo que parece, aunque llegamos temprano y no tuvimos problemas. Llama la atención la decoración y el ambiente de relax (roto por el barman hablando a tono normal e incluso a voces). En sí es una coctelería primorosamente decorada en la que lo que venden, a 13€, son unos cócteles increíblemente buenos, en un ambiente distendido. El camarero que atiende las mesas es muy amable. Extraña que no haya pago con tarjeta, por lo menos cuando fuimos nosotros hace relativamente poco. Muy recomendable para ir con la/el amante 🤣

Lugar emblemático, al estilo de algunos pubs de los años 80 en España recomendable ambiente de gente a partir de los 40, y la música otro pilar fundamental en la ecuación añadir los.cocteles que te preparan coco locos, con una carta amplia y buenos y selectos licores, y se acerca el dueño y suele darte alguna máster class relativa al mundo del alcohol y lo que lo envuelve muy interesante las explicaciones que nos dio sobre rones whisky etc, bastante interesante y de una forma muy amena, así como historias diversas

El local es bastante curioso, en cuanto a decoración diría. Se crea un ambiente íntimo que se acaba rompiendo con la poca distancia que hay entre cada espacio para ubicar al cliente. En cuanto al servicio y el producto que se ofrece, considero que no está a la altura de sus precios desorbitados.

5 estrellas y porque no hay más.Un lugar de matrícula de honor: su decoración impresionante (no hay un centímetro del lugar sin decoración, hasta el cuarto de baño está decorado), el trato exquisito, cócteles exclusivos preparados según los gustos del cliente, la música suave que te transporta a otro lugar y la luz tenue, casi en penumbra para olvidarte del mundanal ruido.Este lugar se visita sin prisas para poder disfrutar de todo lo que ofrece.Es en sí mismo un deleite para los sentidos.Cócteles gigantes a precios insuperables y, además, con acompañamiento (palomitas siempre y también a veces otras delicatesen).Si no lo conoces te invito a hacerlo porque repetirás seguro.Recomendable mil por mil.

Sitio muy escondido. Entras y ambiente es oscuro. Luego, pides y no tienen carta ni precios asi que no sabes que pedir y te preguntan por lo que te gustan pero sin indagar mucho. Te traen el cóctel a la hora sin saber si te gustará ( puede ser un vaso pequeño o grande). A la hora de pagar te cobran por tres cócteles 40 euros. No volverían, son muy lentos, muy caro y la relación calidad-precio deja mucho que desear.

Entrar aquí en si es toda una experiencia, la decoración, la atención del dueño exquisita, con un conocimiento brutal. Los cócteles son de otro mundo, en Granada y alrededores no hay otro sitio así.He vuelto y volveré

Un sitio muy agradable si te apetece una copa y buen ambiente.

Joya escondida para degustación de cocteles. El sitio más spectacular y sorprendente de Granada, en pleno barrio de los parajitos