Restaurant Es Mussol en Palma de Mallorca

Fuimos allí por la buena puntuación que tenía y la comida nos decepcionó un poco. Probamos las croquetas, las tostadas de foie con mango, el provolone y bacalao. Quizá no elegimos bien, pero es raro que ninguno nos pareciera rico. Eso si, el personal muy atento y amable.

Muy satisfechos con la experiencia. Profesionales que además de saber hacer bien las cosas, le ponen amor a su trabajo. Siendo el resultado un restaurante íntimo, en el que degustar la comida sin prisas y disfrutando del momento. La cena estuvo de rechupete y la atención inmejorable. Enhorabuena!

Hacía años que no iba. Una lástima que la terraza ya no esté abierta. Para variar, en lugar de fondue pedí steak tartar y estaba buenísimo. De postre un helado de hierba luisa sorprendente y muy refrescante.

Un lugar encantador donde no sólo hemos disfrutado de sus excelentes platos (recomiendo el bacalao con confitura de berenjena), hemos disfrutado con los 5 sentidos. Lugares así hacen que una cena sea más que una cena.Enhorabuena a todo el equipo y muchas gracias por vuestra atención.

Un restaurante especial, para una cena romántica o con amigos, pocas mesas lo que añade un plus de atención de la gerente del comedor y su eficaz compañera de salas. Comida deliciosa, conviene reservar. Trato exquisito.. Fuimos cuatro amigos y pasamos una velada súper agradable. Gracias Aina y Enma, creo recordar que esos son los nombres de las que fueron nuestras anfitrionas.

Sitio muy acogedor y romántico, hemos ido mi pareja y yo a celebrar nuestro aniversario.Destacaría que la carta es variada y fuera de lo común, eso nos ha gustado muchísimo.El servicio excelente y el precio está a la altura de la calidad de la comida. Un 10 ¡volveremos!

Trato excelente y familiar. Carta muy variada con un precio a la altura de cualquier bolsillo. El lugar es muy acogedor con muchas curiosidades para cotillear en el. Ciertamente volveremos y más a menudo. Muchísimas gracias por una maravillosa velada.

Sitio un poco apartado de Palma pero merece mucho la pena. Un restaurante un tanto pintoresco y peculiar, por qué no decirlo. El trato fue exquisito por parte de ambas camareras. Nos aconsejaron muy bien, la pena que estábamos muy llenos y no pudimos pedir postre, esa tarta con mango hay que volver para probarla. Os recomiendo el foie con mango, el steak tartar y el entrecot con sobrasada...

Un lugar especial de ambiente delicado, buena cocina y trato excelente. Muy recomendable.