Restaurante Cala Nova- TRASLADADO en Palma de Mallorca

Muy agradable. Todo rico

En una ubicación inmejorable, las últimas reformas lo han convertido en un puerto precioso y el restaurante y cafetería están a la altura. Merece la pena visitarlo y tomarse una cerveza en la terraza. No te pierdas la piscina.

Como siempre después de navegar a vela, nos fuimos a tomar un aperitivo. El camarero nos dijo que no nos podíamos sentar estando todas las mesas vacías. Con camareros así no me extraña que a los empresarios no les funcionen los restaurantes.

La comida muy buena, algo lento al menos entre los entrantes y el plato principal. En general todo riquísimo y el lugar excepcional. El único pero fue un gesto final de uno de los camareros que al pagar lo hicimos en efectivo, nos levantamos y vino corriendo a mirar si había dinero en la cuenta, delante nuestro. Como si nos fuéramos a ir sin pagar. Por lo demás buena comida y buen sitio.

Primera vez que voy desde las reformas. He quedado muy satisfecho.Croquetas espectaculares,Costilla de ternera cocinada a baja temperatura espectacular,Calamares Romana muy sabrosos con rebozado ligero y carne tierna.Bogavante con huevos fritos muy rico.De postre la tarta de manzana a la altura del resto de platos, puede competir perfectamente con la tarta tatin de casa Maruca.Muy Buen trato de personal.Ubicación inmejorable.Repito seguro

Nos aconsejaron este sitio y la verdad que la primera vez nos pareció un buen restaurante. Lo que fue decepcionante fue lo que pasó la segunda vez. Nos trajeron algo que no habíamos pedido (una especie de sopa de arroz) en lugar de paella, y no fue esto el problema sino que nos lo pusieron en la cuenta aún que lo mandemos atrás por no haberlo pedido, y no sólo esto sino que el dueño del restaurante, Bruno se puso muy agresivo pasando por caja al pedirle de quitar dicho género, pinchando con fuerza el ticket imprimiendo el nuevo y alterándose de una manera excesiva gritando “Muy bien, muy bien así”La verdad que nunca volveremos a pisar este lugar porque nos sentimos tratados súper mal y insultados por algo de que no tuvimos ninguna culpa.Por cierto antes de todo esto tuvimos un trato especial con el camarero de barra Stefano que fue muy educado y amable.

Atención al cliente lamentable. Desgraciadamente no vamos a volver más. Siendo clientes habituales, un familiar mío fue una tarde con un bebé de un año e intentó tomarse algo en la terraza a las seis de la tarde. La respuesta desafiante del que la atendió fue: ha visto usted el letrero? "Restaurante", si no va a cenar, no puede tomar nada. Había solo dos mesas. seis de la tarde, local vacío y no le dejaron tomarse nada con un calor horroroso y un bebé en brazos. Lo dicho, no vamos a volver más.

Sensación agridulce: la comida y el trato del personal totalmente exquisito pero el personal de sala era tan escaso e iba tan desbordado que la puntuación de la experiencia debe bajar considerablemente.Para mi es irresponsable permitir que un servicio de más de 100 comensales esté servido por unos 5 camareros.Temo que esto será la tónica de este verano y tocará aguantarse y ser comprensivo. No obstante esta paciencia no cabe en restaurantes de ticket medio de 80€ por persona.

Una vez un 10... Da gusto tomarse un respiro y disfrutar de la comida y del trato increíble 💙 Gracias Bruno por estos buenos momentos