Las Cuadras en Ponferrada

buen restaurante con un ambiente y decoración muy característico, tienen carta y varios menús, nosotros pedimos el de botillo, muy rico todo, tienen una buena carta de vinos

Comida típica berciana. Menú exquisito y de calidad. El personal es muy amable. Muy recomendable.

Sitio agradable y la mayoría de los camareros simpáticos. Menos una, que nos dio la sensación que quería que nos larguemos ya. No ofreció ni otra copa de vino a mi novio (viendo que la mía aún estaba medio llena) ni ofreció cafés, simplemente vino diciendo "Cafés no queréis, verdad?"¡Vaya actitud! 👎Precios más altos de lo que se merecían los platos.

No defrauda. Las patatas bravas y las croquetas exquisitas al igual que la "limonada" típica en Semana Santa en Ponferrada. Es muy bonito por dentro, pero comer fuera en la terraza con vistas al castillo merece la pena. La atención también muy buena.

No entiendo las críticas de los últimos meses. Hemos ido 3 veces y siempre ha sido genial. Rico de sabor y con muy buena atención.

La experiencia fue muy buena, con una ubicación inmejorable. Tuvimos mesa en la terraza con sol durante toda la comida, de agradecer con el frío que hace en pleno febrero.El disgusto nos lo llevamos con la cuenta: una tabla de embutidos, croquetas de cecina, dos postres y agua 47,5e menos mal que no teníamos mucha hambre…

Fuimos a este bonito restaurante situado enfrente del castillo de Ponferrada, de primero pedimos una de pulpo y de Segundo morcilla, en cuanto al vino el camarero nos sugirió un Xestal, por último de postre tarta de castañas y tarta de queso, las dos eran caseras. No es barato, pero por la comida y el sitio merece la pena. Repetiremos!

Una decepción total en la comida cuando hemos estado. Producto mediocre y mala elaboración. El pulpo tan recocido q se desprendían las ventosas y la piel, bajo una capa ingente de pimentón y sin ni siquiera buen aceite de oliva. El bacalao seco, seco. El rabo, como el.de cualquier menú barato. Los precios se van totalmente de madre para la baja calidad de los platos. Lo único bueno es el sitio y, en nuestro caso, el camarero que nos atendió. Es un restaurante de tralla, tralla a precio de 2 tenedores. Marchamos con la sensación de que nos habían dado el palo.

Nos dieron una mesa justo en la entrada habiendo mesas libres. Tardaron un montón en atendernos, servir la comida y cobrarnos. La comida estaba buena