La Riberena en Aranjuez

Esas fotos de platos no son reales aquí es todo publicidad la comida no vale nada y en el salón o te asas o te hielas,además con tanto escándalo en el salón no puedes ni hablar. El trato de los camareros nefasto y sin educacion y el dueño necesita aprender a ser cordial y amable además de educación, deberían hacer un curso.Este restaurante cuando era dueño el padre era de categoría pero ahora no lo recomiendo a nadie y la comida congelada y recalentada

Comida bien elaborada y en su punto. El personal muy profesional y amables. El precio está acorde a la calidad meno 15€. Merece la pena.

Muy rico y variado el menú. El camarero muy atento en todo momento. Recomendable reservar en festivos y fines de semana.

Excelente restaurante en Aranjuez. Mantiene el mismo nivel desde hace 30 años . Los camareros muy profesionales y atentos. Merece la pena. El dueño un genio. .los productos de primera.

Muy buena experiencia. Reservamos para comer 14 pax. en la terraza. Toda la comida estaba muy buena, tanto el menú infantil como el de adultos. Los camareros súper amables y atentos. Servicio rápido y eficiente. Sin duda, cuando volvamos a Aranjuez repetiremos. Gracias por todo.

Comida muy rica y tradicional, personal amable! Muy satisfecha. No hizo falta reserva siendo sábado.

Comida de 10 en el menú de fin de semana ,trato excelente, sin lugar a dudas, repetiremos.

Ante todo hay que advertir que los fines de semana es necesario reservar, con días de antelación, en cualquier restaurante de Aranjuez. En caso contrario te pueda ocurrir como a mí, que al final tendrás que almorzar en cualquier sitio donde te den mesa. Así fue como recalamos en "La Ribereña", establecimiento que exhibía a su entrada un atractivo menú por 20 €. con una terraza amplia -completamente reservada- y dos salones comedores en su interior. A pesar estar lleno tenemos que hablar de mala comida y un servicio que trabaja con desgana. Para empezar pedimos unas berenjenas rebozadas que era todo fritura y escasísima hortaliza ya que después de mucho buscar solo encontramos una finísima loncha, que sirvan como pruebas las fotografías que acompaño, además de estar empapadas en aceite . Los pimientos de bacalao tampoco fueron buena opción de primero, ya que resultaban insulsos porque no los supieron tratar con mínimo cariño en la cocina, se notaba además que estaban precocinados y luego recalentados, mira que es difícil acometer una salsa de tomate sin sabor pues hasta eso lograron. Llegados a este punto pedimos una botella Ribera Duero, para intentar sobrellevar la comida, pues que sirva el detalle del camarero que no nos ofrece probar su contenido, sino que se limita a abrir la botella y dejarla sobre la mesa sin cata, un detalle muy feo.Lamentablemente los segundos platos no remediaron la situación inicial. El rabo de toro tenía que estar excelente cuando lo prepararon, pero se notaba que llevaba horas hecho y lo recalentaron sin apenas salsa, así que llegó a mesa seco y poco jugoso, lo mismo que ocurrió con el solomillo de cerdo. La guarnición de patatas prefritas y calentadas al horno tampoco aportaron ninguna textura sabrosa. Es una pena pero en "La Ribereña" todo está cocinado de antemano y calentado antes de servir. Los postres: la tarta de queso no es casera, si no que se elabora con las bolsas de preparados de supermercado, por contra muy ricas las fresas con nata, si eso tiene mérito en la tierra de Aranjuez. Ultima nota negativa: muchas moscas en el salón. Sinceramente no volveremos tienen que demostrar muchas más profesionalidad.

Platos ricos y con gran cantidad. Si es verdad que es un poco caro para la calidad de ponen. La comida está buena pero no es nada del otro mundo.