Bar La Gloria en Madrid

Bar muy original con lo mejor del pasado y del presente en su decoración y carta.Sin duda merece la pena reservar paella el domingo para comer, muy rica y bastante cantidad: pollo, conejo, judiones y judias verdes. Sacan la paella a la vez para todos para que sea reciente, cosa que me parece un acierto... Hasta el pan que ponen (y a mayores colines) sabe diferente.La tarta de queso riquisima pese a que la capa de galleta es bastante gruesa (es de galletas dinosaurios asi que se perdona).

Es una tradición un domingo al mes en el Bar la Gloria. Sol lidera un negocio lleno de buena gente, gran producto y una cocina muy rica.Si puedes, escápate un domingo a comer paella. La mejor que he comido en Madrid.

Comida casera con un toque andaluz y un trato fantástico. Los platos correctos en cuanto a calidad y cantidad, y tienen un postre estrella: la tarta de queso al horno con base de galleta de dinosaurio. Dispone de un comedor interior.

Llegamos domingo son reserva. Nos atendieron súper, súper bien. Todas las camareras excepcionalmente simpáticas y amables. Comida andaluza buenísima! Raciones muy razonables y muy buen precio. Ensalada de naranja y bacalao, sardinas con salmorejo y paletilla ibérica. Todo de diez. Para repetir la próxima vez que vengamos a Madrid

Bar con gran variedad de platos y de muy buena calidad. El flamenquin, el mollete de pringá y su tarta de queso (sobre todo está última) nos encantó! La atención es buenísima y los camareros son encantadores (Espe es buenísima!!)

Hemos llegado por casualidad y me ha encantado, personal super simpático y agradable. La paella de muerte y el pan ni te cuento. Volveré.

Bar con una carta de platos sobre todo andaluces. Pedimos dos platos y un pincho de lomo de orza para dos y salimos llenas. La ración de torreznos es abundante y las sardinas ahumadas con salmorejo estaban muy buenas! Personal muy amable :) Precio medio, salimos a 17€/persona.

Deliciosa comida andaluza y un personal excepcional, atento y de trato muy agradable. Nos atendió Tamara y todas sus recomendaciones fueron un acierto!😊

Fuimos sin reserva el fin de semana pasado y tenían todo reservado, pero nos ofrecieron comer en una barra amplia en la sala de entrada y la verdad es que ni tal mal.La comida muy rica, sobre todo las croquetas y el flamenquin. Destacar también la amabilidad y atención de la camarera, siempre con una sonrisa. El precio muy correcto para la calidad de la comida. El tinto de verano con limón estaba riquísimo.Volveremos a probar más platos!