Donde Mónica en Madrid

Vimos el restaurante al pasar y lo que más llama la atención es el patio, la verdad que en otoño y con hojas cayendo y ambiente otoñal estábamos muy bien.La comida fue muy normal, buena cantidad pero nada destacable.Atención correcta aunque en el ticket ponía aperitivo invitación a cero euros pero no nos pusieron nada.Precio algo alto para lo que es.

Al principio tardaron un poco en tomarnos la orden, pero luego el camarero fue súper amable, incluso teníamos dudas entre dos postres y al final nos brindó el que no pedimos, y estaba espectacular. De las cosas que pedimos recomiendo: carpaccio de solomillo, alcachofas y tarta de zanahoria. Lo que no nos gustó: las pizzetas de atún (mucho aceite) y la tarta de queso (un poco sosa)

No está mal, las raciones traen buena cantidad y el producto está rico (especialmente los corazones de alcachofa). No obstante sigue siendo bastante caro (27€ por persona con un entrante, dos principales, agua y sin postre...) y tardaron bastante en traernos la comanda a pesar de que no parecía que hubiese mucha gente en el salón interior.

Les he puesto un 4 en la comida porque no había postres sin lactosa. Pero el resto un 10. La comida estaba riquísima, tamaño perfecto . Muy recomendable el pato cantones y los langostinos bañados en una salsa con una chispa de picante que no mata el resto de sabores. Los canelones de rabo de toro quizás para dos, muy sabrosos.El servicio de camareros muy correcto tanto en la puesta como en la retirada, sin tener la sensación que están pero pendientes en todo momento, muy amables. Nos han aconsejado muy bien.

Porque no se pueden poner menos estrellas. Ver como los camareros se cambian de camisa múltiples veces para enseñarse los bíceps, como pasan de largo atendiendo a mesas que han llegado después. Queriendo saltarse los platos pedidos, dando la cuenta rápidamente para echarte cuando para comenzar a atenderte han tardado mas de 35min. La verdad que de película, si me lo dicen no me lo creo, una pena, y diré que no vayan porque cuando les dices que no te parece correcto el trato se sorprenden y ni lo sienten ni piden disculpas

Lugar acogedor y bonito. La comida excelente, en especial el salmón a dos tiempos, buenas porciones. Postres, la tarta de queso, increíble. Recomendado para alguna cena romántica de noche, es aún más lindo el sitio.

Un lugar que conocimos por casualidad, tomamos el postre a media tarde, la tarta de queso deliciosa. El lugar es muy acogedor, increíble tener un lugar tan tranquilo en esas calles, sólo escuchas a los pájaros que hay muchos por los árboles. Seguro que volveremos a probar el brunch

Divino…Un restaurante con un jardín frontal muy acogedor y como siempre esperamos los comensales que la comida esté muy buena..! Y así fue :) aparte la atención fenomenal..pedimos langostinos en tempura y están de muerte, raviolis relleno de calabaza muy Rico y de postre la tarta de zanahoria divina..volveremos a por más..!

Fuimos de brunch, reservando por la web e intentamos modificar la reserva (a menos personas) y no fue posible al llegar el personal que nos recibió no fue tan amable al respecto.El brunch es precio cerrado y estaba aceptable en cantidad y nada excepcional, los baos estaban bien. Lo mejor de todo son los postres.