Richote en Vigo

Pedimos picaña para dos y una ensalada (que por cierto no tienen en carta a precio de 6,90€ la mixta), en total pagamos 39€ incluyendo dos cañas.La picaña no es de las mejores que he probado en mi vida... Eran pedazos un poco gruesos y la carne un poco chiclosa..El personal muy amable.

Está en uno de los sitios más privilegiados de toda la Ría y tiene una terraza amplia y acogedora; su oferta gastronómica, cocina gallega de toda la vida, raciones de excelente calidad culinaria y de materia prima, especial mención a los calamares y al churrasco; el trato cercano y muy agradable de Dani, Ana y todo el equipo, te hacen sentir como en casa desde el minuto uno. Enhorabuena, de verdad. ¡Por favor, seguid así siempre!

Siempre venimos a este precioso restaurante de Vigo desde Canarias. No hay año que falle. Hoy hemos regresado y todos los platos pedidos deliciosos. Impresionados nos hemos quedado. Comenzamos con pulpo a la gallega y terminamos con una picaña maravillosa. Entre medios, xoubas y pimientos de padrón. Los postres también a la altura de todo lo demás. Sólo palabras buenas. ¡Gracias por todo! Un servicio excelente.

Corre el aire y se ve el Mar. Dani-Enrique un camarero amable y diligente. La cena con picaña deliciosa y el churrasco tierno y jugoso.Muchas gracias POR TODO, porque la comida aderezada con simpatía DOS VECES BUENA 😊

Media hora esperando por la bebida cuando fui a reclamar salió el jefe en plan chulesco diciendo q dejara trabajar pedí el libro d reclamaciones y me lo negó llame después al 092 y me dijeron q tenía q haberles llamado desde allí un personaje impresentable q tienen q padecer los empleados q no tienen culpa y por lo demás el sitio está bien pero lo q me paso. A mi no se lo deseo a nadie el personaje ya lo conozco desde hace tiempo y no debe estar muy bien d la azotea para ponerse asi

La comida riquísima, la atención una vergüenza, tanta vergüenza que ni nos sentó tan bien la comida. Llegamos a las 21 30 con reserva, nadie se acerca a la mesa y a las 21 55 vamos a la barra a avisar de que nisiquiera nos han tomado nota de las bebidas. Nos toman nota, pedimos solo churrasco para 5 y nos dice que tardará 20 30 mins. Vale, ni unas aceitunas para la espera, 22 40, la comida no venía, apunto de levantarnos para irnos llega a las 22 45, ración generosa de churrasco y muy rico, pero ya con mal cuerpo por qué estuvimos esperando 1h 15 por un churrasco. A la hora de pagar le comento al camarero que al menos unas disculpas por la tardanza, el camarero de gafas, super maleducado y desagradable nos pone escusas absurdas, le vuelvo a comentar que al menos unas disculpas serían de agradecer, no le da la gana básicamente y dice que no es su problema que no es el dueño. Por muy rica que estuviera el churrasco no volvemos por nada del mundo.

Una pena en lo que se ha convertido este lugar. Resulta que desde la pandemia ya no tienen servicio de cafetería y solo puedes ir bajo reserva a comer/cenar. Que si fuera un local que destacase por su comida, podría llegar a entender este cambio de política, pero no es el caso. Desde luego a los que solíamos ir habitualmente a tomar unas cañas o el vermú por ejemplo, tárdarán en vernos por allí, uno no se puede permitir ir a comer/cenar tan habitualmente como comprenderán. Si a esto le añades que las formas del camarero no me parecen nada correctas, pues la cosa no pinta bien: noche veraniega que se estaba de lujo en la terraza y de 15 mesas q puede haber, ocupadas 4. Esto en otros tiempos era impensable pero...

La experiencia en la terraza es de 5 estrellas, por la comida, la terraza y las vistas. Dentro en cambio el sitio no es tan agradable, aunque la comida sigue siendo buena. En mi humilde opinión deberían anotar el teléfono de los clientes que reservan mesa para avisarles de cualquier contratiempo.

El peor restaurante de Vigo sin duda. El camarero lo más medelucado que te puedes encontrar, un impresentable. La comida no se puede comer de lo mala que está, mal producto y cocina: pulpo gomoso y poca ración, picaña seca y dura. Lo único aceptable es que saben freir pimientos de Padrón. Por las vistas no vale la pena ir o acabarás recenando en casa o en un kebab.