Badulaque en Sevilla

Nos han atendido genial y rapidisimo las chicas! Y que decir que es muy barato en comparación con lo que pedimos. Recomendable las empanadillas venezolanas que tienen!!!

Nos atendieron con mucha desgana, y no sólo una persona, sino varias. Trajeron el plato de una persona y otra con media hora de diferencia a pesar de ser dos ensaladas pedidas a la vez. Trato cortante toda la cena.

Solía pedir cuando vivía en la Alameda. No vuelvo más. Nos hemos ido sin comer. Un camarero, sin anotar nada, ha sacado la primera ronda de cervezas a los 15 minutos de pedirla. La comida, ni se sabía ni se la esperaba dnd estaba. El otro camarero, con muy malos modos, pasando de todo,canturreando entre las mesas.No es culpa del cliente q os tengan sin contrato, o mal pagados, o que no tengáis ni experiencia ni ganas de aprender. Os lo dice alguien que trabaja en lo mismo. Los huevos se le echan a los jefes, no a los clientes.

Servicio lento, domingo 24 de julio dos camareros y tardan como 10 minutos en acudir a la mesa.Para un zumo de naranja y media tostada otros 10 minutos de espera y la terraza no estaba llena.Para remate un zumo de naranja pequeño, con hielo dentro, y una mini media tostada con jamón 4,30€. Caro.Como punto final la escasa simpatía del camarero.

Ambiente cómodo. Nos pedimos unas tostás con aguacate, pero estaba muy verde y duro. No se nos dio la opción de otra cosa, o de guacamole como a otras mesas, tampoco se nos aconsejo nada ni se nos dijo que en ese caso sería así. Pero las chicas atentas y agradables

Excelente atención. No tienen productos sin gluten por falta de espacio en cocina para evitar la contaminación, así que se agradece la franqueza. Mi acompañante disfrutó de unas empanadillas caseras que describió como " un pedacito de cielo". Gracias por todo

Nos avisaron de que tardarían un poco en atendernos debido al volumen de gente que tenían en ese momento, lo cuál es entendible un sábado con una temperatura tan agradable. El risotto de setas estaba muy rica, la ensalada césar traía bacon crujiente y tenían variedad amplia de cervezas. Las patatas bravas muy por encima de la media, nos gustaron mucho. Nos pareció barato.

Hace tiempo que dejé de ir por lo mal organizado que están. El personal es lento y la simpatía destaca por su ausencia. No puede ser que para que te tomen nota para un café tarden tanto, y más cuando pasan al lado de tu mesa para recoger otra mesa y ni se acercan para tomar la comanda. Hoy volví y me encuentro que no ha cambiado nada, bueno sí, los camareros, ya que se ve que no duran mucho. Quizá no sea culpa de ellos, sino de la filosofía de los dueños. He sido testigo de cómo tres clientes se marchaban sin haber ni siquiera podido pedir cuando le piden al camarero que se acerque y este responde que en dos minutos les toma nota, y otra mesa también murmuraba la pasividad y lentitud. Yo me he acercado a la barra a pagar y lo he comentado, y ninguno del personal, incluyendo la dueña ha levantado la cabeza.

La comida no está mal, pero el servicio es lento que no veas. Tuvimos que pedir que nos trajeran la cuenta 3 veces, esperamos 20 minutos a que nos tomaran nota después de pedirlo otras 3 veces. Al final nos tuvimos que levantar a pedir directamente en la barra porque no hubo manera de que nos hicieran caso en la mesa. Con todos los sitios que hay en la Alameda, no sé yo si merece la pena volver.