El Jardin de Orfila (H. Orfila) en Madrid

La cena fue excelente y la terraza es perfecta y muy tranquila. Además, Jonatan y Matías son dos magníficos profesionales que nos ayudaron a disfrutar aún más de esta experiencia de primer nivel. Gracias a los dos.

Entiendo que Mario Sandoval diseña la carta de este restaurante y poco más. No creo que un cocinero de su talla estuviese realmente contento con el nivel de cocina que ofrecen a sus clientes. Nada de lo que probamos estaba malo, pero tampoco hubo ningún plato, más allá del cochinillo, que mereciese realmente la pena.Es una pena, porque su terraza es increíble, de las mejores que hay en Chamberí. Con los entrantes empezamos bien, ambos, tartar de salmón y ravioli de langostinos, estaban buenos, aunque sin tirar cohetes. En los segundo, a parte de lo dicho con el cochinillo, regular el rodaballo, con poca gracia, y muy mal el steak tartar, muy muy flojo y pasado de pimienta negra.En los postres el tema mejoró, bien todos ellos, desde la tarta hasta las migas de chocolate, pasando por la pannacotta de lima y albaricoque y la sinfonía de chocolate. Pero el problema principal es que si a una comida floja le sumas un servicio deficiente y un precio alto, hace que igual la terraza no compense lo suficiente.✅Puntos fuertes: su terraza es impresionante.⭕️Puntos débiles: pasado de precio. Servicio muy flojo.💵Precio: a partir de 70€ por persona.💻 Podéis seguirnos también en nuestra cuenta de Instagram, @madridbocados. Allí encontrarás reseñas detalladas. Hasta el próximo bocado.

Terraza muy agradable. Buena calidad pero he echado de menos algo de originalidad en la propuesta la carta me ha parecido demasiado corta

Una maravillosa forma de celebrar un cumpleaños o aniversario. Servicio inmejorable , el Maitre encantador y los camareros muy profesionales. Comida muy buena y acorde al precio. En verano mejor dentro que en el jardín, ya que hace mucho calor. Decoración muy elegante y sobria. Muchas gracias a todo el equipo

Servicio esperado. Calidad esperada. Raciones algo escasas. Lugar muy agradable. El precio se puede ajustar más. Me voy con mejor sabor de boca si me suben el precio del plato que si me cobran 10€ por el pan, 5 por el café, u 8 por la caña.

Me puse en contacto con ellos hace algo más de un mes para reservar mesa con motivo de una celebración. Me atendió un hombre muy amable, el cuál me indico, que se pondrían de nuevo en contacto conmigo ese mismo día o, como muy tarde al siguiente, para confirmarme si era posible o no. A día de hoy, sigo esperando esa llamada de confirmación.Tan importante es dar buen servicio una vez estés en el establecimiento (el cuál desconozco, aunque no dudo de que sea así, vistas otras reseñas), como de contestar a quién está interesado en ir.

Un sitio precioso y elegante. Enhorabuena al cocinero Alejandro la comida maravillosa, mezcla de sabores y texturas. Los camareros muy atentos y amables, Ángel atento cuidando cada detalle. Lugar para repetir lo recomiendo 100%

Hemos repetido visita y solo puedo decir cosas buenas. La atención exquisita, las presentaciones excelentes y todo muy bueno. Y para más inri , es poco conocido al estar dentro del hotel y puedes encontrar mesa incluso sábados noche cuando no queda nada bueno por ningún sitio. Uno de los secretos mejor guardado de Madrid que merece la pena descubrir

La comida muy buena, claro reflejo de su sol en la guía Repsol, pero con 2 peros enormes, al menos, en el servicio que a nosotros nos dieron (que supongo y espero que no será lo habitual). El primero es que la cena fue eterna; casi 3 horas para cenar. Excesivo a todas luces.La segunda es que el postre estaba congelado, pero congelado, congelado. Imposible degustar el corazón de frutos rojos cuando sólo sabe a hielo.